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viernes, 16 de noviembre de 2012

OP UD 05. La acción humana sobre el medio.

OP UD 05. LA ACCIÓN HUMANA SOBRE EL MEDIO.
CS 1 UD 07. SOCIEDAD Y MEDIO AMBIENTE
*Esta UD se utiliza para los cursos de Geografía de ESO y como resumen para Bachillerato.




INTRODUCCIÓN.

1. CONCEPTO DE MEDIO AMBIENTE.

2. PROBLEMÁTICA DE LA ACCIÓN HUMANA SOBRE EL MEDIO.
2.1. CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA.
Causas.
Efectos.
2.2. CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS.
CONTAMINACIÓN DE AGUAS CONTINENTALES.
Causas.
Efectos.
CONTAMINACIÓN MARINA.
Causas.
Efectos.
2.3. CONTAMINACIÓN RADIACTIVA.
Causas.
Efectos.
El caso de Chernóbil.
2.4. CONTAMINACIÓN ACÚSTICA.
Causas.
Efectos.
2.5. CONTAMINACIÓN Y DESTRUCCIÓN DEL SUELO.
Causas.
Efectos.
2.6. DEFORESTACIÓN Y DESTRUCCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD.
Causas.
Efectos.
2.7. LAS CATÁSTROFES NATURALES.
Causas.
Efectos.
2.8. OTROS PROBLEMAS.
Los plásticos.

3. LA CONSERVACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE.
La disponibilidad desigual de los recursos del planeta.
Recursos naturales y energéticos.
Productos de consumo.
Equipamiento social e infraestructuras.

LA TOMA DE CONCIENCIA.
Las instituciones y los documentos.
LAS POSICIONES ANTE EL MEDIO AMBIENTE.
Desarrollistas.
Conservacionistas:
Radicales del crecimiento cero.
Moderados del ecodesarrollo (o desarrollo sostenible).
ECODESARROLLO: ESTRATEGIAS PARA UN DESARROLLO SOSTENIBLE.
La tesis del ecodesarrollo.
Los retos del ecodesarrollo y la educación ambiental.
Nuevas estrategias agrarias.
Nuevas estrategias energéticas.
Nuevas estrategias industriales.

BIBLIOGRAFÍA.
PROGRAMACIÓN.
APÉNDICE: TEXTOS PARA COMENTARIO EN CLASE.

INTRODUCCIÓN.
Un resumen.
El término de medio ambiente plantea problemas metodológicos, en gran parte por su uso cada día más frecuente y diverso. Se asocia con una posición conservacionista, provocada por la agresión a la Naturaleza, incrementada desde la Revolución Industrial y que exige unas medidas correctoras.
El planeta agredido. Las relaciones del hombre con la naturaleza han estado siempre vinculadas al nivel de desarrollo alcanzado por la técnica en cada momento. Se puede afirmar que esta relación presenta unas cualidades dialécticas, pues el hombre, al transformar el medio, se transforma a sí mismo, y su percepción del entorno cambia en consonancia con la modificación. El grado de explotación y consumo de materias primas ha llevado al agotamiento de recursos que tardaron millones de años en formarse, desde la deforestación al exterminio de especies animales y a la extracción masiva de hidrocarburos, fuente energética fundamental de todo el proceso industrializador. Los suelos agrarios han tenido un uso tan intensivo, que se plantea su posible agotamiento en muchos lugares. El transporte, que ha permitido la universalización del proceso, anteriormente se basaba en la tracción animal y en la fuerza de vientos o corrientes fluviales, pero se ha convertido en el gran depredador de los hidrocarburos, a la vez que en auténtica factoría de dióxido de carbono. Esta es la principal causa del efecto invernadero y de la contaminación atmosférica y, en última instancia del discutido aunque perceptible cambio climático.
La voz de alarma se dio con el famoso informe del Club de Roma, donde se planteó por primera vez que el modelo de desarrollo económico al que se atenía la Humanidad en ese momento carecía de bases sólidas para su continuidad. Se subrayaban aspectos tan fundamentales como el carácter limitado de los recursos naturales y la imposibilidad de un crecimiento permanente.
Desde entonces se ha reforzado la conciencia de que se había roto el equilibrio entre recursos y explotación y de que, por tanto, había que rectificar (las cuestiones ecológicas están asumidas por la opinión pública, y se incluyen en todos los programas de los partidos políticos).
Pero, al mismo tiempo, la degradación del medio se ha agravado, y detenerla plantea problemas muy complejos, debido a dos razones fundamentales: hoy por hoy no hay una alternativa energética que pueda atender el consumo masivo y, por otra parte, parece injusto que a los países en desarrollo se les impida crecer invocando exigencias ecológicas.

1. CONCEPTO DE MEDIO AMBIENTE.
Medio ambiente: conjunto o sistema de equilibrio entre los componentes y las fuerzas que rigen ese mismo marco. Es un medio animado (biocenosis) e inanimado (biotopo), el medio sobre el que se desarrolla la vida y las relaciones de los seres. La ecología es la ciencia de los ecosistemas.
El hombre tiene un gran poder de transformación del medio ambiente, una agresión a la Naturaleza que comienza en el Neolítico y se ve incrementada exponencialmente desde la Revolución Industrial, hasta derivar en la actual “crisis ecológica”.

2. PROBLEMÁTICA DE LA ACCIÓN HUMANA SOBRE EL MEDIO.
El hombre ha provocado una “crisis ambiental”, que afecta a la atmósfera, las aguas, el suelo, etc. Las principales variables de esta acción son:
- Causas o focos de contaminación o agresión al medio.
- Escala de influencia.
- Efectos negativos generales.

2.1. CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA.
Concepto
La contaminación atmosférica es la emisión de partículas y gases nocivos que alteran la composición natural de la atmósfera.

Causas.
- Actividad urbana. Motores de explosión de vehículos y calefacciones que emiten monóxido o dióxido de carbono, azufre, plomo. Un litro de gasolina puede emitir hasta 400 g de contaminación.
- Actividad industrial. El 66% de la emisión de SO2 y el 33% de los sólidos procede de centrales termoeléctricas. Se localiza en las zonas industriales, con problemas muy agudos en las grandes concentraciones urbano-industriales.
- Emisiones secundarias. Son las procedentes de la reacción química de las dos emisiones primarias en la atmósfera.
En definitiva el sector industria-energía-transporte es el principal responsable de la contaminación, con una fuerte concentración espacial y un gran crecimiento desde los años 60. Entre 1960 y 1980 en España la contaminación atmosférica aumentó cuatro veces, debido a un crecimiento económico basado en el consumo excesivo de combustibles fósiles.

Efectos.
- Sobre la salud de las personas. En las ciudades aumentan las defunciones de ancianos y personas con enfermedades respiratorias. Casos extremos en los años 50 impulsaron unas leyes correctoras que prohíben la emisión de dióxido de azufre y otros compuestos, lo que ha paliado en parte el problema. Pero subsisten casos de graves accidentes como los de Seveso (Italia) y Bhopal (India).
La contaminación afecta a la fertilidad masculina (disminuye el número de espermatozoides en el semen), cambia el sexo (de masculino a femenino) y aumenta el número de casos de cáncer (de testículos y de mama) debido a que el medio ambiente está lleno de estrógenos, compuestos químicos que se asemejan a las hormonas femeninas.

Lluvia ácida: ¿Cómo se forma?

Qué es la lluvia ácida?

Efectos de la lluvia ácida sobre un bosque.

- Lluvia ácida. El SO2 y los nitróxidos (NOx) vuelven a la superficie disueltos en agua, como ácidos sulfúrico (SO4H2) y nítrico (NHO3), en forma de lluvia ácida, que destruye los monumentos urbanos (mal de la piedra) y la vegetación. Casos extremos en Europa son Atenas, los Sudetes y Silesia.

El efecto invernadero


- Efecto invernadero y cambio climático. La atmósfera retiene un 70% de la energía recibida por la tierra o reflejada por la superficie, por lo que la superficie está 33ºC más caliente de lo que le correspondería. Así pues el “efecto invernadero” es natural y positivo, debido sobre todo al CO2.
Las selvas tropicales, la tundra y los océanos eran los grandes sumideros del CO2, pero en la actualidad ha aumentado la concentración de CO2. El equilibrio se ha roto, por la gran cantidad de gases emitidos y la cada vez menor capacidad de absorción, debida a la deforestación causada por los incendios y el avance de las tierras de cultivo. Así, es posible que esté cambiando el clima “natural”, con gravísimas consecuencias para el ecosistema. Los científicos discuten todavía si hay un cambio climático real achacable a la contaminación, pero cada vez más se cree que hay una relación causa-efecto entre los rigores climáticos y las catástrofes (como la reciente del huracán Sandy en 2012), debidos a la contaminación y el efecto hivernadero.
Por ejemplo, ha habido un aumento de un grado por decenio en áreas como el norte de Europa, Siberia oriental, Alaska, Canadá, con un crecimiento de la superficie forestal. Se produce a fines del siglo XX el retroceso de la tundra siberiana y el paralelo avance del bosque boreal. Esto significará una mayor producción agrícola en el norte. En cambio, crecerá la extensión de los desiertos subtropicales y los problemas de sequía en la zona mediterránea.
Por ello, podemos concluir ya que el cambio climático está afectando al planeta.


- La destrucción de la capa de ozono. Particularmente grave es la destrucción parcial de la capa de ozono (O3), que protege la Tierra de los rayos UVA. Se ha producido un gran agujero sobre la Antártida, debido a la emisión de halocarburos o clorofluorcarbonos que se usan en refrigerantes, pulverizadores, disolventes, y que se disocian en cloro que destruye el ozono.


El calentamiento de la tierra retrasa la mejora de la capa de ozono, que estaba prevista que comenzara h. 2020. Los efectos de esta pérdida son terribles: en las zonas más desprotegidas del planeta aparecen mutaciones genéticas, cáncer de piel, nacimientos de personas y animales con deformaciones...

2.2. CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS.
                  
La cantidad de agua del planeta es constante pero está en continuo movimiento, en el “Ciclo Hidrológico”. Un volumen de 9.000 millones de km³ está distribuido de modo desigual y sobre todo el problema es cómo suministrar agua potable a la población, limpia a las industrias y de regadío a los campos.
El consumo humano crece exponencialmente, sobre todo en las zonas desarrolladas: el consumo per cápita de los EE UU es 70 veces superior al de Ghana.

CONTAMINACIÓN DE AGUAS CONTINENTALES.
El agua está contaminada cuando tiene elementos contaminantes en su composición. Se mide por la DBO, demanda biológica de oxígeno, que es la cantidad de oxígeno que necesitan las bacterias para descomponer las sustancias orgánicas en cinco días a 20ºC. Si los elementos orgánicos agotan el oxígeno puede producirse una eutrofización, muriendo la flora y la fauna.

Causas.
- Agricultura. La agricultura es el gran consumidor del agua y vierte fertilizantes y pesticidas, que en forma de nitratos, fosfatos y sulfatos contaminan las aguas y el suelo. Especialmente peligrosos son los pesticidas, sobre todo los organoclorados (DDT, clordano, aldrín, dieldrín, bromuro de metilo), que son muy persistentes, se acumulan en la cadena trófica y así se difunden hasta muy lejos: se han detectado incluso en peces y mamíferos de Groenlandia o los bosques de Venezuela. En la UE están prohibidos pero se siguen utilizando en el Tercer Mundo, en la llamada Revolución Verde.
- Industria. Es el gran foco contaminante, por los residuos químicos (fosfatos, cloruros) y sólidos (cadmio, mercurio), originando la “muerte biológica” de muchos ríos y lagos. Además contamina con la lluvia ácida. Entre las industrias más contaminantes destacan la química, la textil y la papelera.


- Núcleos de población. El consumo urbano contamina a través del alcantarillado, los metales pesados (pilas de mercurio y cadmio, plomo), hollín...

Efectos.
La consecuencias son gravísimas: muerte de la flora y la fauna piscícola, agresión a los seres humanos, etc. El caso del Rin es un ejemplo de destrucción, mientras que el Támesis es un ejemplo de intervención exitosa.

CONTAMINACIÓN MARINA.
Causas.
La contaminación marina se produce por las aguas continentales que desembocan en el mar a través de los ríos y el vertido directo en el mar.


Vertido del Prestige en las costas gallegas (2002).

Los vertidos de limpieza de los buques y sobre todo los accidentes de los petroleros producen “mareas negras” de petróleo. A escala local también influye el calentamiento de las aguas refrigeradoras de las centrales de energía eléctrica.

Efectos.
El mar tiene un elevado grado de autodepuración y es un medio poco favorable al desarrollo de microorganismos patógenos, pero un nivel excesivo de contaminación supera el nivel de depuración, como se advierte en el Mediterráneo, Caspio, etc. Especialmente grave por sus terribles efectos es la contaminación por petróleo, ya que es de lenta degradación biológica, se extiende con las corrientes marinas y mata la flora y la fauna. El mar puede morir biológicamente, sobre todo en las costas, con la destrucción de las algas, la pesca, la intoxicación humana a través del pescado contaminado, la pérdida de los turistas de mayor poder adquisitivo.

2.3. CONTAMINACIÓN RADIACTIVA.
La radiación natural es un fenómeno necesario para la vida, pero es pernicioso su aumento por encima de los límites a que están adaptados los seres vivos.

Causas.
- Explosiones nucleares. Es conocido el efecto devastador de las explosiones de Hiroshima y Nagasaki, así como de las pruebas nucleares.


Accidente atómico de Fukushima.

- Uso pacífico de energía nuclear. Las centrales atómicas han sufrido varios accidentes: Sellafield (Reino Unido, 1957), Isla de las Tres Millas (Harrisburg, Pennsilvania, EE.UU, 1979), Chernóbil (URSS, 1986), Vandellós I (España, 1989, quedó cerrada) o Fukushima (2011). Además centrales atómicas y hospitales producen residuos radiactivos. Funcionan en el mundo 434 reactores, que generan el 17% de la electricidad mundial. En España (actualmente con un “parón” nuclear en la construcción de centrales) hay nueve, que producen un tercio de la electricidad.

Efectos.
Una exposición natural desde los 100-150 mren/año (miliren/año), que es la media usual, hasta un máximo de 1.000 mren, no produce daños apreciables al ser humano, pero una exposición superior o más concentrada en el tiempo es mortal, destruyéndose los tejidos. Además cabe la exposición indirecta, al consumir productos contaminados. La acumulación de residuos radiactivos es un grave problema, al ser sepultados en tierra firme o en los fondos marinos, cuando perviven unos 300.000 años. Los costos económicos son muy altos para la gestión, el desmantelamiento de centrales y las medidas de seguridad.

El caso de Chernóbil.



El 26 de abril de 1986 explotó el reactor nº 4 de la central atómica Lenin, en territorio de Ucrania (entonces URSS), inaugurado tres años antes. La causa fue un error humano en un experimento absurdo, promovido por la ambición profesional de los técnicos de la central que querían experimentar en secreto y sin permiso oficial un nuevo procedimiento de fisión ideado por ellos. Diez años después dos de los cuatro reactores todavía siguen abiertos (otro reactor se incendió en 1991), porque Ucrania y el G-7 no se ponen de acuerdo en las negociaciones financieras de ayuda al cierre total, mientras se siguen produciendo fugas radiactivas.
Ha sido el peor accidente nuclear de la Historia, con una emisión radiactiva 200 veces superior a la de las bombas de Hiroshima y Nagasaki juntas, y también ha sido el peor accidente industrial de la Historia en términos de significación política, distorsión económica y efectos sobre la salud (física y mental). Los muertos directos fueron 31, pero los indirectos se cifran entre 8.000 y 10.000. Causaron graves enfermedades los isótopos radiactivos liberados: el iodo 131 y, sobre todo, el cesio 137, activo durante 30 años y que contaminó gravemente 30.000 km² y 650.000 personas, mientras los efectos generales llegaron a 160.000 km² y 9 millones de personas. 

Ha habido un aumento de los casos de cáncer (tiroides, leucemia), taras genéticas y de las enfermedades en general, sobre las 650.000 personas más afectadas (las que vivían cerca o participaron en las tareas de limpieza de la central y de la zona), siendo los niños las víctimas más sufrientes a largo plazo. El impacto sobre la población fuera de la URSS fue muy bajo y sin graves efectos sobre la salud. Sigue habiendo otras 15 centrales del tipo de Chernóbil. El accidente ha costado 38 billones de pesetas. Otra amenaza: el sarcófago que cubre el reactor destruido está muy dañado y aún alberga 200 tm de materiales nucleares y agua radiactiva.

2.4. CONTAMINACIÓN ACÚSTICA.
Causas.
Tiene un carácter local y una fuerte desigualdad espacial: ciudades, vías de comunicación, aeropuertos, fábricas, oficinas... Principales focos de emisión son las máquinas, los vehículos, discotecas y centros de espectáculos...


Efectos.
Ha sido todavía poco estudiada en sus efectos, pero hoy se conoce que produce perniciosos efectos sobre el hombre a partir de los 50 decibelios (db), sobre todo si son constantes y semiconstantes. Se produce nerviosismo, irritación, pérdida de concentración y de audición (40 años de trabajo de 8 horas diarias a un nivel de 70 db producen la sordera total).

2.5. CONTAMINACIÓN Y DESTRUCCIÓN DEL SUELO.
El suelo es el elemento del medio ambiente que más sufre la contaminación por el contraste entre su tiempo de formación y la facilidad de su destrucción. Un suelo de 20 cm puede tardar entre 2.000 y 7.000 años en formarse. No obstante, puede ser destruido en un instante.

Causas.
- Contaminación: del suelo por acumulación de sustancias nocivas (metales pesados, biocidas), con los vertidos industriales, las carreteras, las fumigaciones... El DDT es particularmente peligroso (produce cáncer) y duradero.
Poco conocida pero muy destructiva es la contaminación por el vertido sin control de desechos ganaderos. En España se vierten así el 45% de la basura orgánica animal, tanto como 100 millones de personas, con un peso anual de 62 millones de tm. Esta masa es muy ácida y demasiado concentrada en un terreno escaso destruye el arbolado (un tercio de los árboles de Holanda ha muerto por esta causa). La solución es su utilización como tierra regeneradora del suelo (estiércol, purines de cerdos y gallinaza de aves de corral) bien repartida en grandes superficies que la puedan asimilar (reduciría la erosión) y también como fuente de energía en forma de biogás.
Como ejemplo de la influencia de las implicaciones de la contaminación, vemos como en Cataluña el incremento de la ganadería porcina en las comarcas de Lleida y su consiguiente presión ambiental está provocando la deslocalización/diversificación de las nuevas explotaciones hacia las comarcas cercanas de Aragón. El problema principal es la contaminación de estiércol, purines y gallinaza, pues se requiere una ha por cada 10 cerdas madres (que producen unos 200 lechones al año), para que la tierra absorba estos desechos como fertilizante orgánico. El exceso de nitrógeno y fósforo representa un grave peligro de contaminación ambiental. En Cataluña, en 1993, había 5,2 millones de cerdos, que produjeron 12,1 millones de m³ de purines, tanto como 18 millones de personas.

- Erosión. La erosión del suelo fértil se facilita con la deforestación.
- Destrucción. Es muy grave la destrucción del suelo agrícola y forestal por su ocupación por otros usos, en especial el crecimiento del suelo urbano e industrial, porque además las ciudades históricamente se levantaron en ricas zonas agrícolas, a las que ahora destruyen. Lo mismo ocurre con la construcción de obras hidráulicas. A este fenómeno de destrucción del suelo se le llama “competencia de usos del suelo” y ha aumentado enormemente con la rururbanización.

Efectos.
- La transmisión de enfermedades y daños genéticos: los productos cosechados en tierras contaminadas portan agentes químicos altamente peligrosos. El accidente reciente del pantano de Aznalcóllar ha puesto en peligro el parque natural de Doñana, la pesca y la explotación agraria de miles de ha.
- La desertización: hay gravísimas consecuencias de desertización: disminuye el suelo para el cultivo, se produce la colmatación de embalses y pantanos... En España es muy evidente este peligro.
- La falta de defensa contra las crecidas, inundaciones y torrenteras. Ha habido muchas catástrofes en los últimos años, con numerosos muertos, sobre todo en los países mediterráneos, debido a los movimientos de masas de tierra (solifluxión): los suelos de arcilla, desprovistos del anclaje de los árboles y de la protección de la vegetación, son arrastrados en masa, arrasando grandes extensiones.

2.6. DEFORESTACIÓN Y DESTRUCCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD.
Estrechamente asociado con el anterior problema, el peligro de la deforestación y de la destrucción de la biodiversidad, acecha al planeta. Ambas están unidas, porque la biodiversidad se mantiene especialmente en las zonas forestales, aunque no debemos desdeñar medios naturales menos diversos, como el desértico, o desconocidos, como el marino, que encierran extraordinarias riquezas vegetales y animales.


Causas.
La gran causa es la deforestación de las selvas tropicales: 100.000 km² al año, siendo ahora apenas la mitad de su extensión original a principios del siglo XX.
Otras causas, también importantes a largo plazo, son las anteriores de la contaminación atmosférica y de las aguas, y la desertización y erosión del suelo por el cambio climático, así como las repoblaciones forestales agresivas con especies poco adecuadas.

Efectos.
La biodiversidad es un bien inapreciable para la Humanidad y su destrucción origina la pérdida de la capacidad de adaptación y generación de nuevas especies. Se produce así “la muerte del nacimiento” (Norman Myers), la destrucción de la posibilidad de que nazcan otras especies por la evolución natural. Posiblemente la curación de la mayoría de las enfermedades y el equilibrio del ecosistema planetario dependen de su defensa. La mayor parte del ciclo del oxígeno del planeta se desarrolla en las zonas tropicales, en las que viven el 50% de las especies.
Pero también hay efectos catastróficos inmediatos. Bastarán unos recientes ejemplos de la magnitud de la catástrofe: en abril de 1996, un incendio en Mongolia destruyó 8 millones de ha de bosques y pastos. En Indonesia, la quema de bosques para el cultivo y el aprovechamiento forestal ha producido graves problemas ambientales a finales de 1997. Las llamas devastaron entre 600.000 y 800.00 ha y el humo afectó incluso a las vecinas Malasia y Singapur (que debieron interrumpir las actividades al aire libre). Se produjeron cientos de muertos en accidentes marítimos y aéreos al dificultar el humo la visión.

2.7. LAS CATÁSTROFES NATURALES.
Causas.
Las catástrofes naturales tienen muchas formas: terremoto, tsunami, erupción volcánica, inundación, tormenta (con las variantes de tornado y huracán), viento, alud, nevada…

Efectos.
Las catástrofes naturales causan muertos, heridos, desaparecidos, daños materiales y psíquicos, dependiendo de muchos factores, pero siempre es esencial la prevención, que exige grandes inversiones, de modo que un mismo terremoto en un país desarrollado repercute mucho más débilmente que en uno pobre, como demuestra la comparación entre los terremotos de Haití en 2010, con más de 200.000 víctimas mortales, y de Japón en 2011, mucho más fuerte, causó casi 16.000 muertos, muchos heridos y cientos de miles de desplazados, y originó una terrible amenaza de contaminación atómica al fallar la central nuclear de Fukushima.

2.8. OTROS PROBLEMAS.
Los plásticos.
El editorial La plaga del plástico [“El País” (29-VIII-2020)] resume el gran problema de los residuos plásticos:
‹‹Uno de los grandes problemas que genera el consumo masivo de materiales plásticos es el de las toneladas que se acumulan en los océanos y que permanecen durante décadas sin que sea posible su destrucción, contaminando las aguas, dañando a las especies e introduciéndose incluso en la cadena alimentaria. Pero no es el único problema. Hay otro crecientemente grave, y es la cadena de delitos ambientales en forma de vertidos e incendios del material plástico que oficialmente se recicla, pero que en realidad las Administraciones se quitan de encima sin considerar las consecuencias.
(...) España es uno de los países europeos donde han crecido esos delitos, junto con Francia, Italia y Suecia, todos ellos antiguos exportadores de residuos plásticos a China.
Casi 200 países reformaron en 2019 el Convenio de Basilea, que regula el tráfico de basuras, y se comprometieron a vigilar la correcta separación y clasificación de materiales previa al traslado. (...) Solo el 9% del plástico producido desde 1950 ha sido reciclado, y el problema solo puede crecer. La producción anual mundial era de 335 millones de toneladas en 2016. La manera nada ecológica de consumir en Occidente y la cultura de usar y tirar y de mirar hacia otro lado una vez desechado el material plástico está en el origen de los problemas. (...) En un mundo global, las soluciones no están en mover los problemas de sitio, sino en abordarlos y en que los países concernidos sepan darles respuesta.››
La producción de plásticos ha seguido creciendo, hasta alcanzar los 461,1 millones de toneladas en 2021, de las que solo se reciclaron un 9%. Hasta 140 millones están contaminando los ríos, lagos y mares del planeta. El 2 de marzo de 2022 175 países se comprometieron en Nairobi a redactar un pacto jurídicamente vinculante para frenar la contaminación por plásticos.

El editorial Poner coto al plástico [“El País” (5-III-2022) / https://elpais.com/opinion/2022-03-05/poner-coto-al-plastico.html] resume:

‹‹(…) una decisión crucial para la supervivencia misma de la especie y el planeta, tal como los conocemos ahora. La Asamblea de Medio Ambiente de Naciones Unidas celebrada en Nairobi esta semana ha dado un impulso crucial al que será el primer tratado internacional de carácter vinculante contra la contaminación por plásticos. Setenta años después de que empezara a generalizarse su uso en el ámbito doméstico y en la fabricación de todo tipo de productos, el éxito y la versatilidad de este material lo ha convertido en una de las más graves amenazas para el medio ambiente. La ambiciosa propuesta llegó avalada por más de 60 países, entre ellos todos los de la Unión Europea, y con el apoyo de más de 90 grandes empresas que utilizan este material. El tratado será vinculante y regulará el tratamiento de los residuos a la vez que limita la fabricación y uso de plástico virgen.

La única forma de minimizar el impacto del plástico a medio y largo plazo es reducir de forma significativa su fabricación y sus aplicaciones. En 1950 se fabricaban apenas dos millones de toneladas de plásticos. En el año 2000 eran ya 234 y en 2021, casi el doble: 461. A este ritmo, en 2040 la producción se habrá duplicado de nuevo. La mitad de este plástico va a parar a un vertedero controlado, un 19% se incinera, lo que también comporta contaminación del aire, y solo un 9% se recicla. El 22% se dispersa en el medio ambiente en vertidos incontrolados. Según un informe de la OCDE, desde 1950 se han vertido más de 140 millones de toneladas en ríos y mares. El proceso de degradación es muy lento y provoca altas concentraciones de microplásticos que entran en la cadena alimentaria de los animales y acaban llegando también a los humanos.

El actual modelo de control de la contaminación ha fracasado, entre otros factores porque resulta mucho más caro reciclar que producir plástico nuevo a partir del petróleo. La explosiva expansión de los plásticos en las últimas décadas se debe precisamente a que los costes de producción no incluyen las externalidades derivadas del tratamiento de los residuos, que es complejo y muy caro. Pese a la enorme dificultad, el comité intergubernamental creado al efecto es el paso más importante dado tras el Acuerdo de París de 2015 contra el cambio climático. El objetivo de Naciones Unidas es que el tratado pueda ser sometido a votación hacia finales de 2024.››

 

3. LA CONSERVACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE.
La disponibilidad desigual de los recursos del planeta.
Los recursos están desigualmente repartidos entre los países rico o desarrollados del Primer Mundo y los pobres o subdesarrollados del llamado Tercer Mundo, que aspiran a tener el nivel de bienestar del anterior.
Las consecuencias de esta desigualdad sobre los recursos del planeta son pavorosas, porque estos dos extremos son los que más recursos derrochan, los más ricos con un hiperconsumo, los más pobres con una actividad económica improductiva a largo plazo (tala de árboles, pastoreo de ganado, erosión del suelo), de modo que el crecimiento de la producción no supone una solución real al problema, sino una señal de su agravamiento en el futuro, al no ser sostenible ni ser posible su extensión a toda la población del planeta.

Recursos naturales y energéticos.
El Primer Mundo consume la mayoría de los recursos naturales y energéticos (76,3% en 1990). La producción de petróleo (un bien no renovable) se multiplicó por seis en el período 1950-1990 y nuevamente por dos en 1990-2010, con un consumo concentrado en los países desarrollados. Por ejemplo, EE UU y Canadá consumen el 25% de la energía mundial y África sólo en 3% del total. En EE UU gran parte de la población consume hasta 3.000 litros de agua al día por hogar, y, en cambio, en el Tercer Mundo, más de 1.000 millones de personas carecen de agua potable

Productos de consumo.
En productos de consumo la desigualdad es similar. Por ejemplo, EE UU tiene en 2010 765 vehículos por 1000 habitantes y Nigeria sólo uno, y España, pese a la crisis actual, tiene más automóviles que toda el continente africano.
En cuanto a los alimentos la situación es peor.
Mientras que en Occidente la dieta es excesiva en calorías y en grasas animales, en el Tercer Mundo hay más de 1.300 millones de personas que comen por debajo del nivel mínimo aconsejado.
La producción pesquera mundial aumentó de 22 millones de toneladas en 1950, a 100 millones en 1990, 130 millones en 2000 y 145 en 2010, pasando entre 1950 y 2010 el consumo humano de 9 a 21,6 kilos/año, pero los recursos pesqueros están ya en el límite de aprovechamiento y la sobreexplotación ha provocado la reducción de las capturas de muchas especies, como el arenque.
Las tierras de pastos en el mundo, fuente esencial de proteínas animales, están bajo una presión creciente, pues en 1950 la producción mundial de carne (todos los tipos) fue de 44 millones de toneladas con un consumo humano de 17 kilos/año y en 2010 de 283 millones de toneladas con un consumo humano de 42 kilos/año.
La producción de cereales entre 1950 y 1984 creció en un porcentaje record de 3% anual, aumentando el consumo per cápita en un 40%, entre 1984 y 1993 el crecimiento anual se lentificó hasta un 1% y disminuyó el consumo en un 11%, y desde 1993 hasta 2010 el crecimiento ha sido de nuevo espectacular, superior al 2,5%, debido al progreso de China e India. En 2010 la producción mundial alcanzó los 2.200 millones de toneladas. Pero si la población mundial consumiera la dieta de los estadounidenses la producción de cereales debería triplicarse.

  

Mapa del Índice Global del Hambre 2010.

Equipamiento social e infraestructuras.
El equipamiento educativo, sanitario, cultural, de transportes y telecomunicaciones es muy desigual. Por ejemplo, hacia 2010 España tiene 4,8 médicos para cada 1.000 habitantes y Nepal solo 0,2, o sea 24 veces menos; EE UU tiene un tercio de todo el tráfico aéreo mundial; y el gasto educativo de España supera al de toda África.

LA TOMA DE CONCIENCIA.
Las instituciones y los documentos.
A partir de 1968 asciende en la opinión pública la toma de conciencia del problema, gracias a los estudios científicos, la observación de la realidad, el desarrollo de los movimientos ecologistas.
Los Informes del Club de Roma comienzan en 1972, con el Informe Meadows sobre Los límites del crecimiento.
La I Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente, en Estocolmo, 1972, es un aldabonazo en la conciencia internacional.
La II Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente, en Río de Janeiro, 1992, elaboró un plan, pero se la ha criticado por sus escasos compromisos prácticos, salvo en la conservación de la capa de ozono.
Nuevas conferencias internacionales, en Kioto (1997), Bali (2007), Copenhague (2009), Cancún (2010), Durban (2011)… no han avanzado significativamente en la defensa del medio ambiente debido a los grandes costos económicos de las políticas medioambientales y la oposición de EE UU y los países emergentes como China, India y Brasil a hacer sacrificios importantes y aceptar compromisos vinculantes. El Protocolo firmado en Kioto fue el más ambicioso, pues los países desarrollados pactaron reducir sus emisiones de CO2, un 5% en el periodo 2008-2012 respecto a 1990, pero EE UU no lo ratificó.
El Plan de ONU sobre medio ambiente (PNUMA) y las conferencias sectoriales también han ayudado al progreso de la conciencia ecológica y a la adopción de medidas internacionales.
Las principales preocupaciones actuales respecto al medio ambiente se dan en los ámbitos:
- Social: crecimiento del ecologismo en la sociedad.
- Político: problemas de gestión sostenible del medio ambiente por los poderes públicos.
- Económico: cómo lograr un ecodesarrollo sostenible a largo plazo y una mayor oferta de productos “verdes”.

La cumbre Kumming-Montreal (diciembre de 2022) de la ONU sobre biodiversidad concluye con compromisos hasta 2030 para restaurar áreas degradables, frenar la extinción de especies y movilizar financiación desde los países desarrollados a los más pobres. Entre las metas están: 
- Protección de al menos el 30% de las tierras, aguas continentales, zonas costeras y océanos del mundo.  
- Restaurar completamente (o estar en proceso de conseguirlo) el 30% de los ecosistemas terrestres, continentales y costeros y marinos degradados del planeta. 
- Reducir el desperdicio mundial de alimentos a la mitad y reducir significativamente el consumo excesivo y la generación de residuos.  
- Reducir a la mitad tanto el exceso de nutrientes como el riesgo general que representan los pesticidas y los productos químicos altamente peligrosos.  
- Eliminar o reformar progresivamente los subsidios que dañan la biodiversidad en al menos 500.000 millones de dólares cada año para 2030. 
- Movilizar al menos 200.000 millones de dólares para 2030 al año en financiación nacional e internacional relacionada con la biodiversidad de fuentes públicas y privadas. 
- Aumentar los flujos financieros internacionales de los países desarrollados hacia los países en desarrollo hasta por lo menos 20.000 millones de dólares anuales para 2025 y hasta los 30.000 para 2030.  
- Prevenir la introducción de especies exóticas invasoras prioritarias y reducir al menos a la mitad la introducción y el establecimiento de nuevas especies exóticas invasoras; y erradicarlas o controlarlas en las islas y otros sitios prioritarios.

LAS POSICIONES ANTE EL MEDIO AMBIENTE.
Dos grandes posiciones pugnan ante el medio ambiente: los desarrollistas y los conservacionistas, a su vez divididos entre radicales partidarios del crecimiento cero y moderados que defienden un crecimiento sostenible.

Desarrollistas.
Los desarrollistas son muy numerosos entre los economistas neoliberales, los empresarios, los políticos y grandes sectores de la población del Tercer Mundo y los países en desarrollo. Consideran que el desarrollo económico es la prioridad, y que el medio ambiente puede y debe ser sacrificado. Los más ricos temen que los costos ecológicos pueden hacer que la economía sea poco competitiva. Los más pobres consideran que sólo un desarrollo sin trabas puede hacer que el Tercer Mundo alcance al Primero. Todos ellos consideran que la Tierra es regenerable y que, en todo caso, el desarrollo permitirá corregir en el futuro los males actuales.

Conservacionistas:
Los conservacionistas, por contra, consideran que la situación del medio ambiente de la Tierra ha alcanzado ya un nivel de gran peligro. Entre ellos hay dos posturas.

Radicales del crecimiento cero.
Radicales, que sostienen un nivel de crecimiento cero, con sustitución de los productos industriales por naturales.

Moderados del ecodesarrollo (o desarrollo sostenible).
Moderados, que admiten un cierto nivel de ecodesarrollo (o desarrollo sostenible), con medidas correctoras de la contaminación, ahorro energético...
Dado que este grupo es enormemente mayoritario entre los científicos, los políticos y la opinión pública de Occidente, expondremos a a continuación sus ideas con mayor profundidad.

ECODESARROLLO: ESTRATEGIAS PARA UN DESARROLLO SOSTENIBLE.
La tesis del ecodesarrollo.
Es urgente un nuevo planteamiento de desarrollo económico “sostenible” o “viable”, que sustituya a un modelo agotado y peligroso, que destruye el medio ambiente y amenaza la supervivencia del ecosistema del planeta y del mismo hombre. Además el consumo de energía y productos es muy desigual: el 20% de la población acapara el 70% de la energía y el 75% de la producción, con la dicotomía de mundo desarrollado y subdesarrollado.
Kenneth E. Boulding escribe: “Todos los sistemas naturales son curvas cerradas, mientras que las actividades económicas son lineales y suponen inagotables recursos y ‘pozos negros’ en los que arrojan nuestra basura”. Hay que tomar conciencia de que los bienes naturales son escasos mientras que la actividad humana consume de modo irremplazable muchos bienes.

Los retos del ecodesarrollo y la educación ambiental.
Los dos grandes retos del futuro para lograr la conservación del medio ambiente son:
- Ecodesarrollo. Aplicar nuevas estrategias.
- Educación Ambiental. Educar a la población (en todos los niveles, desde la infancia a los adultos) en el respeto, valoración y conservación del medio ambiente.

Los principios básicos que deben inspirarnos para lograr estos dos retos son:
- La especie humana es parte integrante de la naturaleza y del medio ambiente.
- El futuro de la Humanidad depende de la conservación del mundo natural, en el cual nos desarrollamos.
- La actividad económica debe respetar e interesarse en el medio ambiente.
Esto se concreta en la práctica económica en nuevas estrategias:

Nuevas estrategias agrarias.
- Técnicas de regadío gota a gota (evita la salinización y ahorra agua y energía).
- Cultivo múltiple (por ejemplo combinando maíz y remolacha azucarera), lo que evita la difusión incontrolada de las plagas a través de las zonas con monocultivos.
- Cultivos en zonas de montaña, para evitar la erosión.
- Mantenimiento de la explotación de los bosques para evitar los incendios forestales propagados en la maleza no talada.

Nuevas estrategias energéticas.
Estrategias para un ahorro energético y reducir la contaminación ambiental. Casas aisladas, mejores procesos en las centrales térmicas y en la industria pesada, vehículos de menor consumo y contaminación (catalizadores, gasolina sin plomo), potenciación de energías alternativas.
Como resultado de las medidas adoptadas en el sector energético europeo las emisiones de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera disminuyeron en la UE un 27% desde 1990 a 1994, según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente. Los óxidos de nitrógeno han bajaron en un 10% y el dióxido de carbono (CO2) un 2% de media.

Nuevas estrategias industriales.
- Menor consumo de materias primas (más envases de vidrio, reciclaje de papel y metales).
- Reducción de emisiones contaminantes de las industrias, sobre todo las pesadas: siderurgia, petroquímica, química.
- Optimización del consumo energético.
- Menor generación de residuos, con un mayor uso de materiales reciclables.

BIBLIOGRAFÍA. 
Internet.
[http://es.wikipedia.org/wiki/Medio_ambiente]
[http://elpais.com/tag/medio_ambiente/a/] Enlace con los artículos: del diario.
[explorock.wordpress.com] Blog de las geociencias y la exploración.
[greenpeaceblong.wordpress.com] Blog de la ONG ecologista.
[http://www.greenpeace.org/espana/es/] Blog de la ONG ecologista.
[http://www.wwf.es/] Web de la ONG ecologista.
[http://elblogverde.com/] Blog de temas de ecología.

Dosiers.

Mundo. Dosier: El cambio climático.* 

[https://iessonferrerdgh1e07.blogspot.com/2021/11/dosier-el-cambio-climatico-en-el-mundo.html]

Dosier: La catástrofe nuclear de Chernóbil en Ucrania (1986).*

[https://iessonferrerdgh1e07.blogspot.com/2016/04/dosier-la-catastrofe-nuclear-de.html]

Dosier: El tsunami de 2011 en Japón y la catástrofe nuclear de Fukushima.*

[https://iessonferrerdgh1e07.blogspot.com/2013/08/la-catastrofe-nuclear-de-fukushima.html]

Dosier: El ‘caso dieselgate’.*

[https://iessonferrerdgh1e07.blogspot.com/2016/04/dosier-los-casos-de-trucaje-de-las.html]

Dosier: El Patrimonio Mundial de la UNESCO. La protección de los lugares culturales y naturales.*

[https://iessonferrerdgh1e07.blogspot.com/2013/09/el-patrimonio-mundial-de-la-unesco-y-la.html]


Películas.

Cuando el destino nos alcance (1973). Soilent green. Dirección: Richard Fleischer. Intérpretes: Charlton Heston, Edward G. Robinson. En un futuro apocalíptico los humanos se alimentan fundamentalmente de un producto...
Lluvia negra (1989). Dirección: Shohei Imamura. Duración: 123 minutos. Una bella joven de Hiroshima vive con sus tíos, únicos familiares supervivientes, que quieren casarla, pero todos los pretendientes la rechazan al saber su condición de víctima de la radiación. [http://www.filmaffinity.com/es/film255090.html]
Erin Brockovich (2000), dirigida por Steven Soderbergh, interpretada por Julia Roberts y Albert Finney. Trata sobre un caso real de contaminación de una zona con grave daño a la población y de la lucha judicial para reclamar una indemnización.

Documentales / Vídeos.
China en guerra contra el ‘dragón amarillo’. Documental de Serie Planeta Arena. 52 minutos. La lucha de China contra la desertización.
Esto lo cambia todo (2015). Naomi Klein y Avi Lewis. Reseña de Crespo, Irene. Naomi Klein traslada al cine su activismo ecologista y global. “El País” (17-IX-2015) 25.
La pequeña edad de hielo 1. 49 minutos. El cambio climático al frío en Europa iniciado en 1310 que duró hasta principios del siglo XIX y que afectó desastrosamente a la política, la economía y la sociedad.
La pequeña edad de hielo 2. 48 minutos. Los efectos del cambio climático al frío de los siglos XIV-XIX: la madera más densa de los excelentes instrumentos musicales de Stradivarius, el auge del consumo de cerveza, la guerra (el invierno de 1812 que derrotó a Napoleón), la explosión del Tambora en 1815 (“el año sin verano”). ¿Podría repetirse debido al actual calentamiento global, que interrumpiría la corriente marina termohalina?
Persiguiendo el hielo. Documental sobre el trabajo del fotógrafo James Balog sobre el deshielo de los glaciares del hemisferio norte.
Por unos cuantos grados. Documental sobre las medidas contra el cambio climático.
Racing Extinction. Director: Louis Psihoyos. Documental sobre la desaparición masiva de especies animales. Reseña de Crespo, Irene. Cine documental para frenar la extinción. “El País” (2-XII-2015) 54.
The Cove. Director: Louis Psihoyos. Documental sobre la matanza de delfines en Japón para hace sushi.
Un clima mecánico. Documental, con entrevistas a científicos que alertan sobre los peligros medioambientales y ofrecen alternativas.
Una verdad incómoda (2006), presentado por Al Gore, dirigido por Davis Guggenheim. Gore, Al. Una verdad incómoda. Gedisa. Barcelona. 2007. Capítulo La politización del calentamiento global. “El País” Domingo (25-II-2007) 16-17. / Grupo ‘Global Viewpoint’. Entrevista a Gore. “En 10 años ya no podremos invertir el calentamiento”. “El País” (3I-X-2006) 43. / Reseña de Ocaña, Javier. Todo iba bien. “El País” (3-XI-2006) 75.
Una verdad muy incómoda. Ahora o nunca (2017). EE UU. Documental. Dirección: Bonni Cohen y Jon Shenk. Presentación: Al Gore. Reseña de Ocaña, Javier. Un Trump anticlimático. “El País” (6-X-2017).
Years of Living Dangerous (2014). Producción: Adam Bolt, James Cameron, Arnold Schwarzenegger… Presentación: Harrison Ford, Matt Damon, Don Cheadle… Serie documental de nueve episodios sobre el cambio climático. Reseña de Figueroa, Verónica. Hollywood lucha por el planeta. “El País” (22-I-2015) 53.

Exposiciones.
Los museos científicos desarrollan muestras con mucha frecuencia sobre el medio ambiente, aunque a menudo ofrecen sobre todo paneles con textos y fotografías. Un enlace útil es [https://www.xataka.com/espacio/13-museos-de-ciencia-y-tecnologia-para-visitar-este-verano]

Libros.
AA. VV. Puro Perú. Publicación gratuita de ONG CESAL. [https://www.vooltea.org/puro-peru/] Ocho historias dibujadas por autores y autoras del cómic español y latinoamericano como Santo Llobell, Ana Miralles, Paco Roca… Reseña de Pons. Á. ‘Puro Perú’, viñetas para contar el cambio climático. “El País” (12-IV-2020).
Arias Maldonado, Manuel. Antropoceno. La política en la era humana. Taurus. 2018. 256 pp. Reseña de María Teresa Giménez Barbat. “El Cultural” (16-III-2018).
Bifani, P. Desarrollo y medio ambiente. CIFCA. Madrid. 1980. 141 pp.
Bridle, James. La nueva edad oscura. La tecnología y el fin del futuro. Debate. 2020. Extracto: El deshielo devuelve a la atmósfera cadáveres de renos. “El País” Ideas 246 (2-II-2020). James Bridle (Reino Unido, 1980) es escritor, editor, periodista, tecnólogo y artista.
Bromswimmer, Franz J. Ecocidio. Laetoli. Barcelona. 2005. 316 pp. La extinción de las especies en la actualidad.
Chovin, Roussel. La polución atmosférica. Oikos-Tau. Barcelona. 1970. 128 pp.
Clark, J. Contaminación térmica. El hombre y la ecósfera. Blume. Madrid. 1969.
Diamond, Jared. Sociedades comparadas. Trad. de Jesús Cuéllar. Debate. Barcelona. 2016. 192 pp. Reseña de Rendueles, César. Un naturalista ante siete problemas. “El País” Babelia 1.265 (20-II-2016).
Flannery, Tim. La amenaza del cambio climático. Historia y futuro. Taurus. Madrid. 2006. 393 pp.
George, Pierre. La acción del hombre y el medio geográfico. Península. Barcelona. 1976 (1968). 248 pp.
Haro, J. Calidad y conservación del medio ambiente. Cincel. Madrid. 1988. 143 pp.
Klein, Naomi. Esto lo cambia todo. Trad. de Albino Santos Mosquera. Paidós. Barcelona. 2015. 650 pp. Reseña de Sánchez Ron, José Manuel. El planeta en manos de los políticos. “El País” Babelia 1.225 (16-V-2015) 8.
Latour, Bruno. Dónde aterrizar. Cómo orientarse en política. Taurus. 2019. El filósofo francés Bruno Latour (1947) explica que el cambio climático influye hoy en muchos de los otros problemas políticos, sociales y económicos. Entrevista de Bassets, Marc. Bruno Latour. ‘El sentimiento de perder el mundo, ahora, es colectivo’. “El País” Ideas 202 (31-III-2019).
Margalef, R. Ecología. Omega. Barcelona. 1982. 951 pp.
Motavalli, Jim (ed). El cambio climático. Crónicas desde las zonas de riesgo del planeta. Paidós. Barcelona. 2005. 271 pp. Crónicas de periodistas.
Miracle. R. M. Ecología. Salvat. Col. T.C. 1984. 64 pp.
Myers, Norman. Atlas GAIA de la gestión del planetaHermann Blume. Barcelona. 1985. 272 pp.
Tamames, R. Ecología y desarrollo. Alianza. Madrid. 1980. 277 pp.
Weart, Spencer. El calentamiento global. Laetoli. Pamplona. 2006. 262 pp.

Noticias. Orden cronólogico.
Ruiz de Elvira, Malén. El sueño del carbón limpio. “El País” (16-V-2007) 59.
Sahuquillo, María R. Gestos para dar vida al planeta. “El País” (5-VI-2007) 46.
Porta, Miquel. Baja la ‘contaminación interior’. “El País” (13-III-2012) 36. Disminuye la presencia de toxinas en el cuerpo humano.
Méndez, Rafael. Medio ambiente. Ley burlada. “El País” Domingo (18-III-2012) 5.
Méndez, Rafael. La ONU alerta de cambios ‘sin precedentes’ en la Tierra. “El País” (7-VI-2012) 35.
Méndez, R.; Sevillano, E. G. La OMS concluye que el humo del diesel causa cáncer de pulmón. “El País” (13-VI-2012) 32.
Sevillano, E. G.; Méndez, R. El diésel causa cáncer. ¿Quién pisa el freno? “El País” (14-VI-2012) 32-33.
Barón, Fernando. Río+20 llega al pacto de lo posible. “El País” (20-VI-2012) 36. Los 193 países llegan a un acuerdo de mínimos, con un documento que fija la pobreza como el mayor desafío global.
Barón, Fernando. 19.817 especies en vías de extinción. “El País” (20-VI-2012) 37.
Vidales, R.; De Benito, E. Groenlandia tira a verde. “El País” (26-VII-2012) 32-33. El deshielo aumenta en Groenlandia, avisando del cambio climático.
De Benito, Emilio; Pedraz, J. G. Esquilmando el mar. “El País” (27-VII-2012) 34-35. El 63% de las especies atlánticas y el 82% de las mediterráneas están en el límite. España es el país europeo que recibe más ayudas de la UE. En 2009 la flota española tiene el 13% de los barcos de la UE y el 24% de su capacidad, pero entre 2000 y 2006 recibió el 50% de las subvenciones europeas (Italia, el segundo, recibió el 8%).
Agudo, Alejandro. El calor refuta a los ‘climaescépticos’. “El País” (8-VIII-2012) 28-29. Un estudio alerta de las temperaturas extremas aumentan en zonas más extensas del mundo y que son provocadas por el hombre.
Trotta, Tiziana. La subida del precio de los alimentos amenaza con desencadenar otra crisis. “El País” (10-VIII-2012) 20. La sequía en EE UU y la Rusia provoca las mayores aizas desde noviembre de 2009.
Reinoso, José; De Benito, Emilio. Chinos y europeos empatan en CO2. “El País” (14-VIII-2012) 26-27.
Gil, Luis; González, Inés. ¿Queremos bosques? “El País” (25-VIII-2012) 23-24. Una aproximación científica a la gestión forestal.
Méndez, Rafael. Fundido a negro en el Ártico. “El País” (25-VIII-2012) 28-29.
Zabalbeascoa, Anatxu. La batalla verde se juega en la ciudad. “El País” (30-VIII-2012) 30-31. Las ‘ecourbes’ del futuro, las ciudades sostenibles, están sobre todo en Asia.
Méndez, Rafael. El deshielo ártico pulveriza récords. “El País” (20-IX-2012) 31. La superficie helada cae un 18% desde su anterior mínimo de 2007.
Rivera, Alicia. El 95% de los europeos que viven en ciudades respira partículas tóxicas. “El País” (25-IX-2012) 34.
De Benito, Emilio. El clima calienta la crisis. “El País” (27-IX-2012) 33.
Méndez, Rafael. Un informe de la UE ve deficiencias en la seguridad de las nucleares. “El País” (2-X-2012) 40.
Castillo, Mayrem. El 94% de los españoles respira aire más contaminado de lo saludable. “El País” (3-X-2012) 36.
Redacción. La Gran Barrera de Australia ha perdido la mitad de sus corales. “El País” (3-X-2012) 37. Las tormentas, una estrella de mar y el calentamiento del agua (que se acidifica con el CO2) reducen los corales a la mitad desde 1985.
Rivera, Alicia. El Ártico, con menos de la mitad de hielo que hace 30 años. “El País” (4-X-2012) 40.
De Cózar, Álvaro. Avenida del desastre. “El País” Domingo (7-X-2012) 6-7. El caso de Pueblo Laguna, en Vera, un ejemplo de las consecuencias desastrosas de construir en terrenos inundables.
Castillo, Mayrem. La España que respira más sucio. “El País” (7-X-2012) 36. Tres casos ejemplares de contaminación.
Pejanaute, Leyre. Bajo Nervión / Bilbao. “El País” (7-X-2012) 36.
Vallespín, Marianna. Montcada i Reixac (Barcelona). “El País” (7-X-2012) 37.
Castillo, Mayrem. Madrid. “El País” (7-X-2012) 37.
Rivera, Alicia. Más hielo en la Antártida. “El País” (25-X-2012) 42. Crece la capa de hielo en la Antártida, 17.000 km² al año, pero no compensa la enorme disminución en el Ártico.
García, Carolina. Sandy refuta el negacionismo. “El País” (6-XI-2012) 38-39. La fuerza del huracán Sandy confirma la influencia del hombre sobre el cambio climático.
García Vega, Miguel Ángel. La reconversión que viene será por el agua. “El País” (15-XI-2012) 40-41. Los recursos hídricos actuales no son suficientes para el futuro incremento de la demanda de agua. La agricultura consume el 70% del agua en España.
Méndez, Rafael. El Banco Mundial alerta de la gravedad del cambio climático. “El País” (19-XI-2012) 34.
Méndez, Rafael. Los amos del petróleo quieren domar el sol. “El País” (5-XII-2012) 30-31. Los países árabes del Golfo invierten en energía solar.
Méndez, Rafael. Doha se enreda en un pacto menor. “El País” (8-XII-2012) 32. La cumbre del clima no avanza.
Méndez, Rafael. Un Kioto descafeinado hasta 2020. “El País” (9-XII-2012) 38.
Méndez, Rafael. El IPCC achaca al hombre el calentamiento con un 95% de probabilidad. “El País” (15-XII-2012) 40.
Pontevedra. Silvia R. Debajo del oro hay arsénico. “El País” (19-XII-2012) 34. El caso de una mina gallega de oro que ha contaminado una comarca.
M. R. E. La energía de las ciudades, un factor más del cambio climático. “El País” (29-I-2013). ‹‹La energía que se desaprovecha en las grandes áreas urbanas del mundo desarrollado tiene una influencia mucho mayor de lo que se suponía en la circulación atmosférica mundial. No se trata solo de que las ciudades sean islas de calor, sino de que el calor residual de las emisiones del tráfico, la calefacción, el aire acondicionado y las industrias producen cambios en la circulación atmosférica global que explican anomalías observadas a miles de kilómetros de las ciudades, pero no explicadas hasta ahora por los modelos de cambio climático.
Investigadores de varios centros estadounidenses han unido sus fuerzas para incorporar el calor que resulta del consumo de energía de origen fósil a los modelos de clima globales. Han encontrado que los efectos de este factor, tales como el calentamiento en invierno de hasta 1 grado centígrado en Rusia, el norte de Asia y la zona central de Canadá son similares a los que se han observado en la realidad durante la segunda mitad del siglo XX. También explica el enfriamiento de hasta un grado centígrado que se ha observado en Europa occidental durante el invierno.
“La quema de combustibles fósiles no solo emite gases de efecto invernadero sino que también afecta directamente a las temperaturas debido al calor que escapa de fuentes como edificios y automóviles”, explica Aixe Hu, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR), que ha participado en el estudio, publicado en "Natural Climate Change". “Aunque gran parte de este calor desaprovechado se emite desde las grandes ciudades, puede cambiar los patrones atmosféricos de forma que afecte a las temperaturas a distancias muy considerables.
Dado que las mayores concentraciones urbanas se encuentran en el hemisferio Norte, el efecto se produce sobre todo en esta mitad del mundo. Además de las zonas citadas, en China hay un calentamiento de medio grado en invierno, mientras que en otoño el enfriamiento afecta extensamente a Rusia, Canadá, el medio oeste de Estados Unidos, mientras que se calienta el norte de Europa. Entre los cambios observados en la circulación atmosférica está un desplazamiento hacia el ecuador de la corriente de chorro invernal de latitudes medias, la que afecta a Europa occidental.
Aunque el efecto neto sobre las temperaturas medias globales de la energía emitida por las grandes áreas urbanas es prácticamente despreciable, a escala regional este efecto es cuantificable en algunas zonas. El calor residual total producido por la actividad humana constituye solo el 0,3% del calor total transportado en latitudes altas por las circulaciones atmosférica y oceánica, señalan los expertos citados por el NCAR.››
De Benito, E. Genes contra el hambre. “El País” (2-II-2013) 34-35. La biotecnología es clave para el futuro alimentario del planeta, pero su uso tiene riesgos.
Sevillano, Elena G. La OMS revela que la contaminación daña la salud más de lo que se creía. “El País” (2-II-2013) 36. Los contaminantes más destacados son el dióxido de carbono, el dióxido de nitrógeno, el ozono troposférico y las partículas en suspensión. Las fuentes principales son el tráfico rodado urbano, las calefacciones y las industrias.
Redacción. Las grandes ciudades se asfixian. “El País” (3-II-2013) 46-47. El problema de la contaminación en grandes ciudades: Londres, Pekín, París, Madrid, Roma, Teherán, México, Nueva Delhi, Los Ángeles.
Cordero, Dani. La contaminación condiciona el bajo peso de los bebés al nacer. “El País” (6-II-2013) 35. Los nacimientos con menos de 2,5 kilos aumentan donde hay más polución.
Rivera, Alicia. Los fenómenos meteorológicos extremos son cambio climático. “El País” (13-II-2013) 36.
Gómez Mendoza, Josefina. Los montes públicos, ¿a la venta? “El País” (20-III-2013) 33.
Sánchez, Esther. La mitad de las aguas españolas sufren algún tipo de deterioro. “El País” (22-III-2013) 38.
Gillis, Justin. El dióxido de carbono en la atmósfera llega a su nivel máximo en la evolución humana. “El País” (11-V-2013) 40.
Rico, Javier. Alimentación y medio ambiente, más unidos que nunca. “El País” Extra Día del Medio Ambiente (5-VI-2013) 2-3.
Sevillano, E. G. La OMS cifra en siete millones al año las muertes por contaminación. “El País” (26-III-2014) 40.
Sevillano, E. G. Coto al asesino invisible. “El País” Extra Día del Medio Ambiente (5-VI-2015) 6. La polución mata a ocho millones de personas cada año.
Sevillano, E. G. Nuevo diccionario ambiental. “El País” Extra Día del Medio Ambiente (5-VI-2015) 8. Una selección de términos medioambientalistas: fracking, nox, soberanía alimentaria...
Lucio, Mamen. La era de la fotónica. “El País” Extra Día del Medio Ambiente (5-VI-2015) 10-11. Las nuevas tecnologías de la luz, la contaminación lumínica…
Ariza, Luis Miguel. Los deberes pendientes de la industria. “El País” Semanal 2.243 (22-IX-2019).
Ansede, Manuel. Las 20 plagas que amenazan a Europa. “El País” (8-XI-2019). La UE impone medidas de emergencia ante las pestes que invaden sus campos.
Álvarez, Clemente. De bebé a adolescente, el impacto de la polución. “El País” (16-II-2021). Una investigación sobre el crecimiento de 3.700 niños desde su gestación evidencia el impacto negativo de la contaminación en el peso del recién nacido y el desarrollo pulmonar y cognitivo.
Álvarez, C. La contaminación provoca más muertes que la covid. “El País” (18-V-2022). Un informe calcula las causas de muertes y empata la contaminación y el tabaco, ambos con nueve millones de fallecimientos prematuros cada año.
Echarri, Miguel. Desperdicios incluso en tiempos de escasez. “El País” Semanal 2.392 (31-VII-2022). Resume las investigaciones del William Rathje y Albert Vinyals sobre el consumo excesivo de bienes en épocas de escasez. El arqueólogo y antropólogo Rathje fue el pionero de la ‘basuralogía’ y demostró que los humanos acaparan más bienes de los que necesitan cuando creen que habrá escasez de un producto, lo que lleva a que aumente esa escasez, suba el precio y al final se tiren los bienes caducados. Es lo que pasa cuando falta aceite de girasol por la guerra de Ucrania: acaparamos más aceite del que necesitamos y al final caduca y se desecha.
Fornés, Nora G. El misterio de las algas asesinas se resuelve en viñetas. “El País” (29-XII-2022). Un cómic francés superventas de Inès Léraud, Algas verdes: la historia prohibida (Astiberri en español), sobre la relación entre la proliferación de algas tóxicas en Bretaña y la agricultura intensiva. Hubo varios muertos y enfermos en las playas bretonas desde 1989.
Bueno, Juanjo. Sin un plan B para el hormigón. “El País” Negocios 1.955 (23-IV-2023). El sector de la construcción busca reducir el impacto medioambiental del hormigón, del que se produjeron en 2022 hasta 4.000 millones de toneladas. El cemento, su principal compuesto (300 kilos por cada tonelada de homigón), reporta el 6% de las emisiones globales.
Koch, Tommaso. Lecturas para salvar el planeta. “El País” (15-XI-2023). Una oleada de libros infantiles y juveniles que fomentan la preocupación por el medio ambiente y el amor hacia la naturaleza.

Planelles, M.; Alpañés, E. Menos partículas contaminantes, pero mayor impacto del calor. “El País” (15-XI-2023). Un estudio informa que entre 2005 y 2020 han bajado las muertes por contaminación, pero aumentan las provocadas por el calor.

Planelles, M. Los países ricos, una historia de 171 años de polución. “El País” (21-XI-2023). EE UU y la UE han expulsado un 32% de todo el CP2 generado por la humanidad desde 1850, y China lo hizo con el 13% y es ahora el primer emisor.

Lecumberri, Beatriz. De España a Togo en un pantalón geolocalizado. “El País” (23-XI-2023). Una investigación de Greenpeace alerta de que el reciclaje y el uso de segunda mano de la ropa no funcionan bien. La mayoría de las prendas acaban tiradas y contaminan en el Tercer Mundo.


Análisis y opinión. Orden alfabético.
AA.VV. La gestión del planeta Tierra. “Scientific American” / ”Investigación y Ciencia”. Barcelona. (XI-1989).
AA.VV. Medio ambiente: un futuro de incertidumbres. Número especial de “Revista de Occidente” nº 194-195 (julio-agosto 1997).

Cortes, Agathe. Tristan Gooley. ‘El ser humano tiende a querer consumir la naturaleza’. “El País” Ideas 272 (2-VIII-2020).

Kingsnorth, Paul. Por qué no debemos volver a la normalidad. “El País” Ideas 272 (2-VIII-2020). La pandemia ha revalorizado el amor por la naturaleza.

Redondo, Mercé. El poder de las acciones individuales. “El País” Extra Día del Medio Ambiente (5-VI-2015) 12.

La biodiversidad.
Noticias. Orden cronológico.
Méndez, R. Una ley de la selva para la Amazonia. “El País” (5-XII-2011) 24-25. La destrucción de la selva amazónica.
Redacción. La Gran Barrera de Australia ha perdido la mitad de sus corales. “El País” (3-X-2012) 37. Las tormentas, una estrella de mar y el calentamiento del agua (que se acidifica con el CO2) reducen los corales a la mitad desde 1985.
Viúdez, Juana. Las especies más viejas del planeta, amenazadas de extinción. “El País” (2-VII-2013) 32.
Rivera, A. Las zonas del planeta de mayor riqueza natural están sin proteger. “El País” (11-IX-2013) 36.
Sevillano, E. G. 23.000 especies en peligro. “El País” (30-XI-2015) 10.
Altares, G. Bienvenidos a la sexta extinción. Hacia una Tierra sin tigres. “El País” Ideas (18-XII-2016). El Foro Mundial para la Naturaleza (WWF) publica bianualmente su informe Living Planet Index, que mide 14.152 poblaciones de 3.706 especies de animales salvajes. En 2016 avisa que entre 1970 y 2012 ha disminuido un 58% el número de esos animales en el mundo y que en 2020 habrá bajado un 67%. En la Lista Roja de especies en grave peligro hay 85.604 especies, de las que 24.307 están en peligro de extinción. Por ejemplo, la jirafa se ha reducido un 40% en 30 años.
Salas, Javier. La sociedad de consumo arrasa la biodiversidad. “El País” (5-I-2017). Una investigación relaciona la extinción de especies con la producción de bienes de consumo.
Rico, Javier. Adiós a los insectos de tu infancia. “El País” (20-IX-2017). Cada vez hay menos saltamontes, grillos, abejas y mariposas porque muchas de estas especies, que polinizan el 84% de las plantas que sirven de alimento, están amenazadas.
Criado, M. Á. Las ciudades están alterando la evolución de las especies. “El País” (14-XI-2017). Los animales urbanos tienen genes y morfología diferentes a los de sus parientes del campo. Un ejemplo: los mosquitos del metro de Londres no chupan la sangre de los pasajeros.
Ayuso, Silvia. SOS por un millón de especies. “El País” (7-V-2019). El mayor informe sobre biodiversidad advierte que animales y plantas se extinguen a un ritmo sin precedentes y urge tomar medidas.
Sánchez, É. El clima amenaza con desplazar especies al fondo del mar. “El País” (24-XII-2019).
Criado, M. Á. Los insectos adelantan su vuelo por el cambio climático. “El País” (28-XII-2019). Centenares de especies de insectos polinizadores acompasan su actividad a las flores.
Criado, M. Á. Los bosques tropicales no pueden ya con tanto dióxido de carbono. “El País” (5-III-2020).

Planelles, M. Un acuerdo para frenar la pérdida de biodiversidad. “El País” (7-XII-2022). Montreal acoge la Conferencia sobre Diversidad Biológica de la ONU (COP15) para cerrar un pacto mediombiental para salvar a los ecosistemas y a las especies vegetales y animales en peligro de extinción.

Planelles, M. Pacto mundial para proteger el 30% de la superficie del planeta en 2030. “El País” (20-XII-2022). La cumbre Kumming-Montreal (diciembre de 2022) de la ONU sobre biodiversidad concluye con compromisos hasta 2030 para restaurar áreas degradables, frenar la extinción de especies y movilizar financiación desde los países desarrollados a los más pobres. 

Arranz, Jon Gurutz. La minería submarina amenaza más de 5.000 especies recién descubiertas en el Pacífico. “El País” (25-V-2023). Las reservas de níquel, cobalto, cobre y otros materiales raros que se encuentran en la zona abisal ponen en peligro la gran biodiversidad de estos fondos oceánicos.

Planelles, M. Las especies invasoras cuestan unos 400.000 millones de euros al año. “El País” (5-IX-2023). Un informe internacional estudia 3.500 tipos de plantas y animales introducidos por el hombre y calcula su coste económico y los impactos en las personas y la naturaleza. Son clave en el 60% de las extinciones (en el 16% son la única causa) y difunden enfermedades como la malaria. Destaca el jacinto de agua o camalote, una planta que se expande por ríos y lagos de los continentes.

Ayuso, S. La UE logra pactar la politizada Ley de Retauración de la Naturaleza. “El País” (11-XI-2023).

Garrido, V. La humanidad ya ha extinguido más de 1.400 especies de aves. “El País” (20-XII-2023). Los humanos han extinguido el 12% de las especies de aves por el cambio climático, la agricultura intensiva, la deforestación, la caza masiva y la introducción de especies invasoras.


Análisis y opinión. Orden alfabético.

Sánchez, E.; Planelles, M. Grethel Aguilar / Directora general de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). “El estado de la naturaleza es crítico, hay una pérdida de biodiversidad alarmante”. “El País” (30-X-2023).


Álvarez, Clemente. Ana María Hernández. “Los occidentales nos hemos olvidado de ser seres humanos”. “El País” Semanal 2.405 (30-X-2022). La científica colombiana Ana María Hernández (Bogotá, 1972), una defensora de la biodiversidad, presidenta de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), con sede en Montreal.


Mazzucato, Mariana; Dasgupta, Partha; Rockström, Johan; Stern, Nicholas. El agua y el alto precio de la mala economía. “El País” Negocios 1.988 (10-XII-2023). El pensamiento económico actual solo considera los beneficios de saquear el planeta e ignora los daños.


Pérez-Lanzac, Carmen. Isabella Tree  / Conservacionista. “Europa fue como el Serenguetti. Se puede recuperar la biodiversidad”. “El País” (1-VI-2023). Tree (Dorset, Inglaterra, 1964) conserva con su marido, Michael Burrel, la finca de Knepp Castle y cuenta en el libro Asilvestrados, el regreso de la naturaleza a nuestras tierras (Capitán Swing, 2023) el éxito de recuperar la vida salvaje en la finca.


Las aguas continentales.

Noticias. Orden cronológico.
Méndez, Rafael. La contaminación de los ríos multiplica el cambio de sexo en los peces. “El País” (7-XII-2006) 38.
García Vega, Miguel Ángel. La reconversión que viene será por el agua. “El País” (15-XI-2012) 40-41. Los recursos hídricos actuales no son suficientes para el futuro incremento de la demanda de agua. La agricultura consume el 70% del agua en España.
Planelles, M. Vivir al límite de los recursos hídricos. “El País” (7-VIII-2019). La cuarta parte de la población mundial habita en países que consumen casi toda su agua disponible.
Sánchez, Esther. La amenaza invisible del agua contaminada en el mundo. “El País” (21-VIII-2019). El Banco Mundial advierte del peligro de los nitratos, la salinidad, el bajo nivel de oxígenos y los restos de medicamentos y plásticos.

Análisis y opinión. Orden alfabético.

Mazzucato, Mariana; Dasgupta, Partha; Rockström, Johan; Stern, Nicholas. El agua y el alto precio de la mala economía. “El País” Negocios 1.988 (10-XII-2023). El pensamiento económico actual solo considera los beneficios de saquear el planeta e ignora los daños.


Las aguas marinas.
Documentales.
El mundo del silencio (1955). Documental de Jacques Cousteau y Louis Malle. Ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes en 1956 y tuvo un enorme éxito.



            A Plastic Ocean (2016). Reseña-entrevista. Jo Buxton / Productora de ‘A Plastic Ocean’. ‘¿Por qué hacemos cosas para usarlas solamente una vez?’. “El País” (8-X-2019).

Reportajes.
Blanco, Silvia. Océanos de plástico. “El País” Semanal 2.072 (12-VI-2016). Reportaje fotográfico sobre el peligro del vertido de plásticos en los océanos.

Noticias. Orden cronológico.
Linde, Pablo. El mar más sucio del mundo. “El País” (23-VII-2007) 44. El Mediterráneo.
Salomone, Mónica. Océanos en el precipicio. “El País” (26-VIII-2008) 29.
Narváez, Diego. El crecimiento del nivel del mar Mediterráneo se acelera. “El País” (25-II-2011) 30. El nivel crece 3 mm/año (20 cm en el siglo XX), y también aumenta la salinidad y la temperatura (0,8ºC en el siglo XX).
De Benito, Emilio; Pedraz, J. G. Esquilmando el mar. “El País” (27-VII-2012) 34-35. El 63% de las especies atlánticas y el 82% de las mediterráneas están en el límite. España es el país europeo que recibe más ayudas de la UE. En 2009 la flota española tiene el 13% de los barcos de la UE y el 24% de su capacidad, pero entre 2000 y 2006 recibió el 50% de las subvenciones europeas (Italia, el segundo, recibió el 8%).
Fernández-Santos, Elsa. Pescar las botellas para hacer ropa. “El País” Semanal 2.072 (12-VI-2016). El reciclaje de los desechos plásticos en el mar.
Nieto, Marya G. El plástico se adueña del Mediterráneo. “El País” (8-X-2016). Un estudio alerta de que hay alrededor de 1.455 tm flotando en el Mediterráneo.
Coloma, Jorge. Reservas marinas que frenan el calentamiento. “El País” (9-VI-2017). Un estudio prueba que ralentizan la acidificación o el descenso del oxígeno en los mares.
Laorden, Carlos. El mar pide una tregua. “El País” Ideas 116 (30-VII-2017). Los océanos sufren una contaminación que pone en riesgo el equilibrio del planeta.
Valdés, Luis. Más allá de las banderas azules. “El País” Ideas 116 (30-VII-2017).
Planelles, M. El paraíso canario donde acaba nuestra basura. “El País” (27-V-2018). El parque natural del Archipiélago de Chinijo, centrado en la isla de la Graciosa (norte de Lanzarote) sufre la contaminación por plásticos: botellas, botes, bolsas, envases, peines, redes de pesca… La producción mundial de plástico ha subido de 1,7 millones de toneladas en 1950 hasta 335 millones en 2017, de las que ocho acaba en los mares. En la UE solo se recicla el 30% del total y es el 84% de la basura encontrada en las playas. La peor es la microbasura plástica que penetra en la cadena alimentaria.
Criado, M. Á. El plástico que está matando a las orcas. “El País” (29-IX-2018). Las madres transfieren esta sustancia (PCB, prohibida desde hace 40 años) a sus crías a través de la leche materna.
Planelles, M. Navegar lento contra el cambio climático. “El País” (16-X-2018). La Organización Marítima Internacional propone limitar la velocidad de los buques para reducir la emisión de CO2, salvar ballenas...
Planelles, M. Cerco al tráfico global de residuos plásticos que contaminan los océanos. “El País” (20-V-2019).
Domínguez, N. Hallado un descomunal vertedero en el Mediterráneo. “El País” (22-V-2019). El estrecho de Mesina concentra la asura en aguas profundas.
Planelles, M.; Almoguera, P. Asia se rebela contra los residuos plásticos de los países desarrollados. “El País” (2-VI-2019). China (desde 2018) y otros países prohíben la entrada de basuras con plásticos.
Criado, M. Á. Un mar de 8.850 kilómetros de sargazos florece en el océano. “El País” (5-VII-2019).
Moreno, Sara. Microplásticos del Ebro en el Mediterráneo. “El País” (5-VII-2019).
Salas, J. La tasa de aumento del nivel del mar se triplica en 60 años. “El País” (7-VIII-2019). Hace 60 años el nivel subía un milímetro anual y ahora son tres.

Toro, Victoria. A la pesca de los ruidos que espantan a los delfines. “El País” (8-II-2023). Soledad Torres-Guijarro analiza la contaminación acústica en los océanos, la mayoría por el tráfico marítimo. El sonido se propaga en el agua hasta cuatro veces más rápido que en el aire y a distancias de cientos de kilómetros.

Arranz, Jon Gurutz. La minería submarina amenaza más de 5.000 especies recién descubiertas en el Pacífico. “El País” (25-V-2023). Las reservas de níquel, cobalto, cobre y otros materiales raros que se encuentran en la zona abisal ponen en peligro la gran biodiversidad de estos fondos oceánicos.

Sánchez, Esther. Blindado el gran arrecife del mar de Alborán. “El País” (11-XI-2023). Se protege una zona de 400 kilómetros cuadrados de aguas de España, Marruecos y Argelia, alrededor del inmenso banco de corales de Cabiliers, una reserva esencial de especies como la langosta, el besugo o la gallineta.


Análisis y opinión. Orden alfabético.
Ferrer, Isabel. Henk Ovink. ‘No hay curas milagrosas para la suciedad del mar’. “El País” Ideas 116 (30-VII-2017). El experto holandés apuesta por el crecimiento sostenible.

Los plásticos.
Internet.

Reportajes.
Blanco, Silvia. Océanos de plástico. “El País” Semanal 2.072 (12-VI-2016). Reportaje fotográfico sobre el peligro del vertido de plásticos en los océanos.

Noticias. Orden cronológico.
Naranjo, José. El enemigo de plástico. “El País” Domingo (10-XI-2013) 6. Una veintena de países africanos ha prohibido la bolsa de plástico, un contaminante que mata al ganado y provoca inundaciones. La asiática Bangladesh lo hizo ya en 2002, mostrando el camino a Ruanda en 2007, seguida (en orden alfabético, en distintas fechas) por Argelia, Botsuana, Burkina Fasso, Chad, Congo, Costa de Marfil, Eritrea, Etiopía, Gabón, Ghana, Kenia, Malí, Marruecos, Mauritania, República Democrática de Congo, Sudáfrica, Tanzania, Togo, Uganda…
Nieto, Marya G. El plástico se adueña del Mediterráneo. “El País” (8-X-2016). Un estudio alerta de que hay alrededor de 1.455 tm flotando en el Mediterráneo.
Criado, M. Á. El plástico se le atraganta al medio ambiente. “El País” (21-VII-2017). La Humanidad ha producido 8.300 millones de toneladas de plásticos y solo recicla un 20%.
García Vega, M. Á. La nueva economía del plástico. “El País” Negocios 1.705 (8-VII-2018). El viejo sector del plástico se niega a morir.
García Vega, M. Á. La liberación de los lineales del súper. “El País” Negocios 1.705 (8-VII-2018). Muchos establecimientos suprimen o reducen el consumo de plástico en los envases.
Planelles, M. Cerco al tráfico global de residuos plásticos que contaminan los océanos. “El País” (20-V-2019).
Planelles, M.; Almoguera, P. Asia se rebela contra los residuos plásticos de los países desarrollados. “El País” (2-VI-2019). China (desde 2018) y otros países prohíben la entrada de basuras con plásticos.
Planelles, M. Interpol alerta de los incendios en los vertederos de plásticos. “El País” (29-VIII-2020). El veto de China a este tipo de residuos dispara el tráfico ilegal.
Fernández, María. El plástico resiste a cualquier virus. “El País” Negocios 1.816 (30-VIII-2020). El consumo de productos higiénicos y envases se dispara y compensa con creces la caída de la demanda industrial. La producción mundial ha subido de 1,5 millones de toneladas en 1948 a 359 millones en 2018.
Criado, M. Á. Los microplásticos pueden recorrer todo el planeta flotando en el aire. “El País” (26-IV-2021). 

Martín-Arroyo, J.; Sánchez, N. La plaga del plástico agrícola en Almería. “El País” (4-IX-2021). En la provincia se generan 33.500 toneladas de desechos plásticos, muchos de los cuáles acaban en el mar. El 15% no se reciclan.

Planelles, M. La Guardia Civil desarticula una red de tráfico de residuos plásticos. “El País” (27-XII-2021). Exportó 16.000 toneladas de desechos desde España a países asiáticos.

Limón, R. Microbios, insectos y gusanos que comen plástico. “El País” (8-I-2022). Un proyecto europeo estudia la transformación de restos plásticos a partir de organismos.

Planelles, M. 140 millones de toneladas de plástico inundan ríos y océanos. “El País” (23-II-2022). 193 países negocian en la ONU el primer tratado mundial para frenar esta plaga.

Planelles, M. La ONU lanza el primer pacto contra la polución por plásticos. “El País” (3-III-2022). 175 países se comprometen en Nairobi a redactar un pacto jurídicamente vinculante para frenar la contaminación por plásticos.

Linde, P. El plástico que ingerimos está muy por encima de los valores seguros. “El País” (27-VIII-2023). La UE planea prohibir el bisfenol A, presente en muchos envases alimentarios.


Análisis y opinión. Orden alfabético.

Blanco, Silvia. Sobrevivir a la Edad del Plástico. “El País” Ideas 161 (17-VI-2018).

Cózar, Andrés. Dependencia crónica. “El País” Ideas 161 (17-VI-2018). El mundo actual depende demasiado del plástico.

Editorial. Plásticos omnipresentes. “El País” (24-V-2019).
Editorial. La plaga del plástico. “El País” (29-VIII-2020).

Editorial. Poner coto al plástico. “El País” (5-III-2022).

Editorial. Plástico y calentamiento global. “El País” (19-V-2023).


Manzano, Cristina. Plástico: misión imposible. “El País” (23-X-2020).


Gorospe, Pedro. Charles Moore / Investigador marino. ‘El plástico es un depredador que mata sin motivo’. “El País” (14-X-2019).

Planelles, Manuel. Las cifras del desastre. “El País” Ideas 161 (17-VI-2018). El uso excesivo de plástico se combina con su escaso reciclaje y la ausencia de una economía circular.

El medio rural.
Noticias. Orden cronológico.
Rizzi, Andrea. Las vacas se parecen a los coches más de lo que se cree. “El País” (1-IV-2007) 41. La contaminación de las actividades ganaderas: flatulencias, talas de bosques...
Chemnitz, Christine; Sharma, Shefali. El alto coste de la carne barata. “El País” Negocios 1.504 (31-VIII-2014) 3. La ganadería cárnica tiene altos costes económicos y ecológicos.
Linde, Pablo. ¿Y si dejáramos de comer carne? “Buena Vida” nº 6 (XI-2014) 32-35. Los nefastos efectos de la ganadería intensiva en el planeta y la necesidad de consumir carne con moderación.
Ansede, M. Los insecticidas neonicotinoides son un riesgo para las abejas, según la EFSA. “El País” (28-II-2018). La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria alerta de la amenaza tras analizar 1.500 estudios científicos.
Ansede, Manuel. Una batalla contra mil plagas. “El País” Ideas 154 (29-IV-2018). El debate en España y el mundo sobre el uso y abuso de pesticidas divide a agricultores, científicos y ecologistas.
Ximénez, P. California, un desastre no tan natural. “El País” (12-VIII-2018). El estado encadena dos años de incendios gigantes por inusuales altas temperaturas, pero también por una mala gestión del bosque y un desarrollo urbanístico peligroso. Los expertos recomiendan no apagar los incendios.
Palou, Neus. La Tierra es ahora más verde que hace 20 años. “La Vanguardia” (15-II-2019). Un estudio de la NASA destaca que las principales fuentes del aumento de la vegetación son China e India.
Sánchez, Esther. 62 ‘bernabéus’ llenos de estiércol de cerdo. “El País” (22-VII-2019). Los excrementos del ganado porcino contaminan acuíferos y desprenden metano y amoníaco.
Sánchez, Esther. El expolio amenaza a las setas, aliadas contra el CO2. “El País” (18-XI-2019). Los hongos fijan el dióxido de carbono al suelo, uno de los grandes almacenes de gases de efecto invernadero.

Análisis y opinión. Orden alfabético.
Abellán, Lucía. Reglas estrictas, usos deficientes. “El País” Ideas 154 (29-IV-2018). La normativa europea sobre los pesticidas es común, pero su aplicación varía según los países.
Gil, Luis; González, Inés. ¿Queremos bosques? “El País” (25-VIII-2012) 23-24. Una aproximación científica a la gestión forestal.

Los incendios forestales.
Reportajes.
Sánchez, Esther (texto); Nave, Eduardo (fotos). Tierra quemada. “El País” Semanal 2.243 (22-IX-2019). Reportaje sobre el paisaje quemado en Gran Canaria, más datos sobre los incendios en España, Portugal… y el fenómeno de los incendios de sexta generación.

Noticias. Orden cronológico.
Varea, Ramiro. Tecnología punta contra los incendios forestales. “El País” Retina 30 (VIII-2020). Nuevas tecnologías como sensores en los bosques, simuladores en tiempo real, robots que ven a través del humo…

Constenla, T.; Agencias. La propagación del fuego pone en alerta al sur de Europa. “El País” (16-VII-2022). España, Portugal, Francia, Italia, Grecia, Croacia…

Arbide, H.; Verdú, D. La costa mediterránea, en llamas. “El País” (26-VII-2023).

Valderrama, María D. La vida después de un megaincendio. “El País” (28-VIII-2023). La modélica regeneración de un bosque francés en las Landas.

 

El medio urbano.
Libros.
Perloff, Harvey S. La calidad del medio ambiente urbano. Oikos-Tau. Barcelona. 1973. 352 pp.

Noticias. Orden cronológico.
Salomone, Mónica. Respirar perjudica seriamente la salud. “El País” Semanal 1797 (6-III-2011) 72-77.
Sevillano, Elena G. El humo del diésel daña más. “El País” (13-II-2011) 32.
Ormazabal, Mikel. Su vida expuesta en la basura. “El País” (21-V-2012) 38-39. Polémica sobre el sistema de recogida de basura individualizada.
Méndez, R.; Sevillano, E. G. La OMS concluye que el humo del diésel causa cáncer de pulmón. “El País” (13-VI-2012) 32.
Sevillano, E. G.; Méndez, R. El diésel causa cáncer. ¿Quién pisa el freno? “El País” (14-VI-2012) 32-33.
Zabalbeascoa, Anatxu. La batalla verde se juega en la ciudad. “El País” (30-VIII-2012) 30-31. Las ‘ecourbes’ del futuro, las ciudades sostenibles, están sobre todo en Asia.
Sevillano, Elena G. La OMS revela que la contaminación daña la salud más de lo que se creía. “El País” (2-II-2013) 36. Los contaminantes más destacados son el dióxido de carbono, el dióxido de nitrógeno, el ozono troposférico y las partículas en suspensión. Las fuentes principales son el tráfico rodado urbano, las calefacciones y las industrias.
Cordero, Dani. La contaminación condiciona el bajo peso de los bebés al nacer. “El País” (6-II-2013) 35. Los nacimientos con menos de 2,5 kilos aumentan donde hay más polución.
M. R. E. La energía de las ciudades, un factor más del cambio climático. “El País” (29-I-2013).
Redacción. Las grandes ciudades se asfixian. “El País” (3-II-2013) 46-47. El problema de la contaminación en grandes ciudades: Londres, Pekín, París, Madrid, Roma, Teherán, México, Nueva Delhi, Los Ángeles.
Sevillano, E. G. El aire de la calle mata. “El País” (10-XII-2013) 38.
Prats, Jaime. El 15% de los hogares sufre molestias por el ruido. “El País” (12-XI-2013) 33. En España aumentan los casos penales por ruidos molestos.
Sevillano, Elena G. Sale el sol, sale la contaminación. “El País” (15-III-2014) 30-31. Los anticiclones aumentan el peligro de la contaminación urbana al no renovarse el aire. Las ciudades toman medidas muy heterogéneas.
Vidales, Raquel. Alerta en los suburbios más necesitados. “El País” (1-IV-2014) 37. El cambio climático afecta a los barrios más pobres, aumentando el calor extremo por el fenómeno de “isla de calor extremo” en las urbes.
Nieto, Maite. La basura es una mina. Reciclar, un negocio con dos caras. “El País” Semanal 1.971 (6-VII-2014) 46-52.
Ceberio, Mónica; Gosálvez, Patricia. El enemigo sigiloso. “El País” Semanal 2.118 (30-IV-2017). La contaminación acústica crece en el medio urbano. 
Criado, M. Á. Las ciudades están alterando la evolución de las especies. “El País” (14-XI-2017). Los animales urbanos tienen genes y morfología diferentes a los de sus parientes del campo. Un ejemplo: los mosquitos del metro de Londres no chupan la sangre de los pasajeros.
Van Lhuizen, Kadir. La basura nos devora. “El País” Semanal 2.157 (28-I-2018). Fotoreportaje sobre un mundo que produce 3,5 millones de toneladas de basura cada día: Yakarta, Nueva York, Lagos, Tokio, Ámsterdam, Sao Paulo...
Planelles, M. Suspenso en el reciclaje de basura. “El País” (28-II-2018). España solo reutiliza el 29% de los desechos urbanos.
Guimón, Pablo. Una porquería en el museo. “El País” (7-V-2018). El Museo de Londres expone con gran éxito un trozo del mayor ‘fatberg’ encontrado, una inmensa masa de desechos saponificados que colapsaban las alcantarillas de la ciudad.
De Miguel, B.; Planelles, M. Bruselas denunciará a España por la polución en Madrid y Barcelona. “El País” (24-VII-2019).
Martín, Bruno. La polución causa hasta un tercio de los casos de asma infantil en Europa. “El País” (8-VIII-2019).
Ansede, M. Un macroestudio alerta de las muertes por polución. “El País” (22-VIII-2019). Una investigación en 650 ciudades del mundo.
Linde, Pablo. La polución dispara patologías como infecciones o fallos renales. “El País” (28-XI-2019).
Planelles, M. El confinamiento reduce a la mitad la contaminación urbana en España. “El País” (12-IV-2020). Los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) caen también en todas las capitales de la UE.
Criado, M. Á. Esta generación dejará de ver las estrellas. “El País” (20-I-2023). Un estudio revela que la contaminación lumínica aumenta un 9,6% cada año.

Castro, Sara. El alumbrado deja pájaros insomnes e insectos agotados. “El País” (27-VII-2023). En las Navidades empeora el nivel de contaminación lumínica.


Análisis y opinión. Orden alfabético.

Creus, Javier. Una tercera vía para el aeropuerto de El Prat. “El País” (14-IX-2021). El experto propone las novedosas soluciones técnicas para la reducción de la contaminación acústica.

Martín, Bruno. María Jesús Cruz Carmona / Jefa de Neumología del Vall d’Hebron. ‘Un niño expuesto diariamente se arriesga a un deterioro cognitivo’. “El País” (8-VIII-2019). La polución urbana fomenta el asma infantil y otras enfermedades.

Planelles, Manuel. Las ciudades necesitan respirar. “El País” Ideas 90 (29-I-2017). El coche eléctrico reducirá la contaminación urbana.

Los riesgos naturales. Huracanes, terremotos, volcanes e inundaciones.
Documentales / Vídeos.


Europa (Apocalipsis Neandertal) 2. 48:51. [https://www.youtube.com/watch?v=6DMIkCxn0uI] La tesis de que los neandertales se extinguieron por una gigantesca erupción volcánica en los Campos Flégreos al norte de Nápoles, hacia 39 000 aC. Se compara con otras catastróficas erupciones, como la del Tambora (1815) o la del Toba (hacia 75 000 años).

Fire of Love (2022). EE UU. Género: documental. National Geographic. Duración: 93 minutos. Dirección: Sara Dosa. Intérpretes: Miranda July (voz). Reseña de Ocaña, J. Hipnótico ensayo sobre la pareja de vulcanólogos enamorados. “El País” (26-VIII-2022). Katie y Maurice Kraft, un matrimonio que falleció en una erupción en 1991.

 


Tsunami. Animación virtual. 1:27. [https://www.youtube.com/watch?v=KB-TO5kq5Aw]

Noticias. Orden cronológico.

Davies, Caleb. A la caza de los terremotos en racimo. “El País” (19-V-2021). Dos proyectos europeos estudian las relaciones entre los megaseísmos para tratar de prevenirlos.

Criado, M. Á. Datos de GPS detectan una fase previa de terremotos. “El País” (21-VII-2023).

 

Análisis y opinión.
Altares, G. La historia está llena de cráteres. “El País” (21-IX-2021). Toba, Santorini, Vesubio, Tambora, Krakatoa… tuvieron un efecto planetario.


Camacho, Laura. El planeta tiene 1.500 volcanes con riesgo de activarse. “El País” (23-IX-2021). Teide, Etna, Vesubio, Piton de la Fournaise, Sakurajima, Hekla, Mayón…


Domínguez, Nuño. Cómo se apaga un volcán. “El País” (24-X-2021). La comparación del volcán canario Cabeza de Vaca y el islandés Fagradalsjali.


Pérez González, Pablo G. En defensa de los terremotos. “El País” (9-III-2021). [https://elpais.com/ciencia/2021-03-09/en-defensa-de-los-terremotos.html] Los terremotos son frutos de la tectónica de placas, que ha modelado nuestro mundo y favorecido la vida. 


El desarrollo sostenible y la explotación de los recursos naturales.
Reportajes.
Luengo, Mónica (texto); Adrià, Jordi (fotos). El futuro será sostenible o no será. “El País” Semanal 2.190 (16-IX-2018). Reportaje sobre la sostenibilidad de recursos naturales, gestión de residuos…

Análisis y opinión.
Cepeda, Denisse. Las dos vidas de los recursos. “El País” Extra Día del Medio Ambiente (5-VI-2015) 14.
 
Los accidentes nucleares.
Reportajes.
Alcock, Ed. Francia, 2023: el debate ‘central’. “El País” Semanal 2.443 (23-VII-2023). Fotoensayo sobre los lugares franceses en que se construirán centrales nucleares.

Noticias. Orden cronológico.
Reinoso, José. Los últimos rehenes de la radiación. “El País” (10-III-2012) 3.
Planelles, M. Un enorme golpe a una energía en retroceso. “El País” (11-III-2021). El accidente de Fukushima dañó la reputación de la tecnología atómica que ha perdido mucho peso.

PROGRAMACIÓN.
LA ACCIÓN HUMANA SOBRE EL MEDIO. PROBLEMÁTICA ACTUAL.
UBICACIÓN Y SECUENCIACIÓN.
Con carácter general se trata en CS 1 UD 08. Sociedad y medio ambiente.
Sus temas relacionados con Europa se tratan en CS 3 UD 05. La Unión Europea.
En ESO, aparece pues en 1r y 2º ciclo, Geografía.  Eje 1. Sociedad y Territorio.  Bloque 1. Medio ambiente y conocimiento geográfico. Apartado 2. El medio ambiente y su conservación.
Sus temas relacionados con España se tratan en GE UD 04. Los paisajes naturales y las interrelaciones naturaleza-sociedad.
En Bachillerato aparece pues en 2º curso, Geografía de España. Bloque 4: La desigual utilización de los recursos: espacio y actividad económica. Apartado: Los recursos y su explotación. Repercusiones socioeconómicas y ambientales.

 RELACIÓN CON TEMAS TRANSVERSALES.
Se relaciona con el tema de Educación Ambiental, desarrollando la protección del Medio Ambiente.
TEMPORALIZACIÓN.
Tres sesiones de una hora.
1ª Documental. Diálogo, con evaluación previa. Exposición del profesor. Cuestiones.
2ª Exposición del profesor. Cuestiones.
3ª Exposición del profesor, de refuerzo y repaso; esquemas, mapas, gráficos y comentarios de textos.
Sus contenidos se reforzarán en otras UD (desarrollo y subdesarrollo, población, espacio rural, industria, movimientos sociales...).
OBJETIVOS.
Conocer las principales agresiones de la acción humana sobre el medio ambiente.
Relacionar las distintas contaminaciones con sus negativos efectos para el hombre.
Conocer los mecanismos de degradación del aire, las aguas y el suelo.
Sensibilizarse ante la agresión al medio ambiente.
Respetar el medio natural e involucrarse en su defensa.
CONTENIDOS.
A) CONCEPTUALES.
Concepto de medio ambiente.
La acción modificadora del hombre.
Los problemas de degradación del medio y sus medidas correctoras.
La toma de conciencia ante los problemas medioambientales, las distintas posiciones ante el medio ambiente, el ecodesarrollo y las nuevas estrategias correctoras.
B) PROCEDIMENTALES.
Análisis de dossiers de prensa sobre el tema.
Análisis de problemas ambientales y sus soluciones.
Relación de problemas ambientales con el bienestar.
Cuantificar los problemas medioambientales actuales, su velocidad de crecimiento y hacer proyecciones de futuro.
C) ACTITUDINALES.
Rigor crítico y curiosidad científica.
Mantener una actitud crítica ante la acción humana.
Sensibilizarse ante la agresión al medio ambiente.
Respetar personalmente el medio natural e involucrarse en su defensa.
METODOLOGÍA.
Doble metodología: expositiva (del profesor) y participativa activa.
MOTIVACIÓN.
Un video sobre los efectos de la acción humana, seguido de un breve diálogo de con los alumnos sobre las agresiones al medio que ellos conocen. Hacer especial hincapié en los problemas más cercanos a su experiencia personal.
ACTIVIDADES.
A) CON EL GRAN GRUPO.
Exposición por el profesor de los puntos fundamentales,
B) EN EQUIPOS DE TRABAJO.
Realización de esquemas sobre la acción humana en el MA.
Mural con un dossier de prensa sobre la acción humana en el MA.
Un pequeño trabajo (una página) de síntesis sobre los problemas de la zona más cercana al centro escolar.
Comentario en equipo de un artículo sobre la deforestación del Amazonas para plantear el problema de la acción antrópica.
Indagación sobre el cambio climático, comparando precipitaciones y temperaturas, y usando el concepto de multicausalidad. Exponer los resultados en un informe con gráficos­.
Preparar la participación en el Día Mundial del Medio Ambiente (5 junio de cada año), instituido por la ONU desde 1972.
C) INDIVIDUALES.
Realización de apuntes esquemáticos sobre la UD.
Participación en las actividades grupales.
Búsqueda individual de datos en la bibliografía, en deberes fuera de clase.
Contestar cuestiones en cuaderno de trabajo, con diálogo previo en grupo.
RECURSOS.
Bibliografía: manual de Geografía Humana.
Presentación digital con mapas y esquemas de la acción humana sobre el medio.
Fotocopias de artículo sobre acción humana sobre el medio (por ejemplo deforestación del Amazonas).
Pizarra digital, cuadernos de trabajo, murales.
Documental.
EVALUACIÓN.
Evaluación continua, que seguirá en otras UD. Se hará especial seguimiento y valoración de los procedimientos y de las actitudes. Evaluar los equipos y la participación individual en los equipos.
RECUPERACIÓN.
Entrevista con los alumnos con inadecuado progreso.
Realización de actividades de refuerzo: esquemas, comentario de textos... Realización individual de un trabajo de dossier de prensa. Seguimiento del alumno en sucesivas UD, con atención a los procedimientos y las actitudes.
Examen de recuperación (junto a las otras UD).

APÉNDICE: TEXTOS PARA COMENTARIO EN CLASE.
Méndez, Rafael. El Ártico pierde 300.000 kilómetros cuadrados de hielo en sólo un año. Un estudio por satélite calcula que en 2070 no habrá cubierta sólida flotante en verano. “El País” (18-V-2006) 53.
Los científicos dicen que el océano Ártico es al clima lo que el canario a la mina: conviene ver cómo le va, porque es extremadamente sensible a los cambios de temperatura. Y le va mal. En marzo de 2006 los satélites de la NASA han medido 300.000 kilómetros menos de hielo que en 2005 (el 60% de España). La pérdida de hielo, sostenida desde que en 1979 comenzaron las mediciones, no hace más que acelerarse, y la previsión moderada dice que en 2070 no habrá hielo flotante en verano. La pesimista habla de 2030, algo que permitiría abrir nuevas rutas comerciales por el mar.
En marzo de 1979, los satélites constataron una superficie helada de 16,5 millones de kilómetros cuadrados de hielo (32 veces España) en el Ártico. En 2005 había 14,8 millones y este marzo, 14,5 millones. El mínimo de este año supone un 12% menos que en 1979 y un 2% menos que en 2005. Los satélites miden el hielo flotante, no el que hay sobre Groenlandia o en los países que tocan el Círculo Polar Ártico.
“Tenemos los ojos como platos. En marzo de 2006 hemos visto 300.000 kilómetros menos de hielo flotante que en marzo de 2005. Es el peor dato desde que en 1979 comenzamos las mediciones con satélite, pero es que se está acelerando cada año”, explica a EL PAÍS Mark Serreze, del centro nacional para el estudio del hielo de EE UU, situado en la Universidad de Colorado.
El hielo en el Ártico varía con la temporada. En verano se funde parte, en septiembre se alcanza el mínimo, con el invierno comienza a crecer hasta que en marzo llega al máximo y a partir de ahí comienza a descender en un nuevo ciclo.

Círculo vicioso
“Hasta ahora veíamos descensos acusados en septiembre pero luego parecía recuperarse”, añade Serreze. Ya no. Los científicos creen que el Ártico ha entrado en un círculo vicioso e imparable y de una lógica aplastante: al fundirse el hielo en verano aumenta la superficie de agua; esta agua es oscura y absorbe más radiación solar que el hielo, que refleja gran parte; al absorber más radiación se calienta más el Ártico y se funde más hielo, con lo que aumenta la superficie de agua capaz de absorber la radiación y así hasta el infinito.
Por eso las previsiones se quedan antiguas cada año. “En septiembre dimos un ritmo de deshielo del 8% cada década, pero es posible que tengamos que revisarla al alza”, explica Serreze.
Serreze explica que las previsiones actuales calculaban que el Ártico podía quedar libre de hielo en verano a partir de 2070, pero matiza: “Hay nuevos estudios que señalan que puede producirse antes, incluso en 2030. La diferencia está en que unos cálculos utilizan el calentamiento de la atmósfera y otros también el impacto del calentamiento de los océanos, y parece que eso puede aumentar la velocidad de deshielo”.
Este deshielo casi completo abre enormes posibilidades, como nuevas rutas marítimas o explotar nuevas bolsas de petróleo y gas hasta ahora inalcanzables.

Efecto invernadero
Todas las zonas del planeta sufren variaciones del clima de forma natural pero, según Serreze, el caso del Ártico apunta al calentamiento global inducido por la emisión de gases de efecto invernadero. Estos gases, principalmente el dióxido de carbono que se produce al quemar combustibles fósiles como el petróleo, se acumulan en la atmósfera y dificultan la salida del calor que emite la Tierra en forma de radiación.
“El Ecuador y los Trópicos son los emisores de calor de la Tierra. El Ártico es el sumidero. Al alterarlos, alteramos todo el clima”, añade el investigador. El Ártico es la zona en la que más aumentos de temperatura se están registrando, con temperaturas en 2005 más de 2,5 grados superiores a la media. Este deshielo no afecta al nivel del mar. Al igual que al fundirse un cubito, el agua no rebosa el vaso.
El aumento del nivel del mar se produce si sube la temperatura del agua, que se expande, o si se funde hielo de los glaciares porque no está en contacto con el mar. En ese caso, la preocupación es Groenlandia, con una superficie helada como México. Allí, la pérdida de hielo ha pasado de 50 kilómetros cúbicos por año en 1996 a 150 kilómetros cúbicos anuales en 2005, 150 veces el derogado trasvase del Ebro. Casi nada.


Rizzi, Andrea. Los aviones también calientan el planeta, y quedan impunes. La aviación ya representa el 13,6% de las emisiones de CO2 del sector del transporte. “El País”, Domingo (14-V-2006) 7.

Las emisiones de gases del tráfico aéreo internacional, exento de las obligaciones de Kioto y de impuestos de carburante, han subido un 73% en la UE desde 1990.
La Comisión Europea presentará este año un proyecto de ley para incluir la aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión.
Cuando el escritor Marcel Proust puso en boca de uno de los personajes de En busca del tiempo perdido que lo único que realmente importa en la vida es “mantener un trozo de cielo azul sobre la cabeza”, evidentemente no imaginaba que hasta los aviones se convertirían pronto en un considerable obstáculo para ello. Sin embargo, casi un siglo después, el tráfico aéreo no sólo representa una ruidosa molestia para quienes viven cerca de muchos aeropuertos, sino también el 3% de las emisiones de CO2 producidas por las actividades humanas (un 13,6% del sector de los transportes, según datos de la UE) y una notable fuente de nubes. Este último punto, aunque lo parezca, no es una metáfora.
En un avión a punto de despegar, las miradas y los corazones están todos orientados hacia adelante, hacia el destino. Quien quiera fijarse, en cambio, en lo que pasa detrás, encontrará sobre todo emisiones de CO2 -particularmente intensas en la fase de despegue-, de óxidos de nitrógeno (NOx) y estelas de vapor acuoso. Estas últimas, “en presencia de determinados niveles de humedad y temperatura, se condensan y se extienden en el cielo durante horas”, explica el profesor Robert Noland, del Imperial College de Londres. “No es inusual que suceda”, añade. Así se forman a diario cuerpos nubosos con una superficie equivalente a la de España, según el estudio más respetado en la materia, elaborado en 1999 por el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés), un organismo establecido por la ONU y la Organización Meteorológica Mundial.

Aumento de la nubosidad
El mismo estudio señala que, además de las estelas, en áreas de intenso tráfico se detecta un aumento de la nubosidad, que los autores sospechan equivalga cada día a dos veces la superficie de España. Sin embargo en la materia sigue la incertidumbre.
Las nubes inducidas tienen un efecto de retención del calor, pero no hay acuerdo unánime sobre la intensidad del mismo. Para hacerse una idea, el estudio del IPCC estima que la aviación representa -entre estelas, CO2 y demás emisiones- el 3,5% del impacto total de las actividades humanas sobre el equilibrio atmosférico. Se trata de una cifra relevante en tiempos en los que los trozos de cielo azul valen indudablemente más que en los de Proust.
Al margen de las cifras del tiempo presente, lo más relevante del impacto de la aviación es quizá su dinámica de crecimiento. Mientras las emisiones totales de la UE controladas de acuerdo con el Protocolo de Kioto se redujeron un 5,5% entre 1990 y 2003, las correspondientes a la aviación internacional -que no están sometidas al mismo- aumentaron un 73%, según datos de la Comisión Europea. La de Kioto no es la única exención notable de la que goza el sector: el carburante que alimenta los vuelos internacionales está exento de impuestos, al igual que el de los nacionales en una grandísima mayoría de países.
“Hasta ahora, las medidas establecidas a nivel internacional, regional y nacional para atenuar el cambio climático no han requerido una contribución sustancial del sector de la aviación”. La cita no es de una organización ecologista, sino de la Comisión Europea, en una comunicación dirigida a las demás instituciones comunitarias en septiembre del año pasado. “Teniendo en cuenta el probable crecimiento futuro en el tráfico aéreo, nuevas medidas políticas son necesarias”, prosigue la comunicación.
¿Qué medidas? La idea clave de la Comisión es “la inclusión del sector de la aviación en el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión”. Es decir, distribuir cuotas de emisiones como ya está previsto para las instalaciones industriales. Quienes no se ajusten tendrán que comprar derechos de emisión. Para lanzar el sistema, la Comisión presentará a finales de 2006 una propuesta legislativa.
“Es un procedimiento muy difícil”, explica Barbara Helfferich, portavoz de la Comisión en la materia, “porque las empresas son extremadamente reluctantes ante la perspectiva y porque el sector está regulado por una miriada de acuerdos internacionales”.
La Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) ha reconocido la posibilidad legal de establecer un sistema de este tipo, y su presidente, Assad Kotaite, hizo un llamamiento a dialogar y avanzar en la materia el pasado 25 de abril. También postuló por insistir “en la mejora de la tecnología, de la gestión del tráfico y del conocimiento científico de la materia”. Ante las peticiones de concretar más, la OACI contestó a este diario que está todavía “evaluando opciones, y que, por ello, de momento no se puede decir mucho”.
Ante la falta de avances concretos, “la Comisión, presionada por el Parlamento Europeo y los Estados miembros, ha decidido tomar la iniciativa, de acuerdo también con la propia OACI, ya que hay un común convencimiento de que actuaciones a escala global no son actualmente políticamente viables”, comenta Olivia Hartridge, funcionaria de la Comisión y miembro del grupo que trabaja sobre el proyecto, cuyos detalles no están todavía definidos. “Pero el concepto es empujar la investigación hacia soluciones menos contaminantes”, precisa Hartridge.

Baja el consumo
Un argumento frecuente en el sector es que ya hay un fuerte empuje económico hacia una reducción del consumo de carburante y, por tanto, de CO2. El argumento es sólido: el consumo ha bajado de un 70% en 40 años. Un Airbus 350 quema 3,5 litros cada 100 kilómetros por pasajero. Menos que un coche medio con un ocupante.
“El problema es que el sector crece a un ritmo superior al de la eficiencia”, señala Peder Jensen, experto de la Agencia Europea del Medio Ambiente. Y por otra parte, que “las mejoras en CO2 no significan necesariamente mejoras en NOx, que también tiene un impacto, aunque indirecto, sobre el clima”, precisa Hartridge.
El otro argumento del sector es que el sistema de cuotas podría tener una fuerte repercusión sobre el precio de los billetes. Eso frenaría el desarrollo del mismo. “Naturalmente no es ésta la intención de la Comisión”, dice Helfferich. Para minimizar el coste para las compañías haría falta una asignación de cuotas muy generosa. Pero eso significaría un resultado débil en términos medioambientales. Una negociación difícil. Jensen, de hecho, ve “posible un acuerdo, pero no uno que pueda tener un impacto”.
La Comisión, por otra parte, ha indicado su preferencia por “normalizar cuanto antes el tratamiento del combustible de aviación”, que “debe estar sujeto a los mismos impuestos que otros combustibles”, y su apuesta por el ferrocarril. Sin embargo, en ninguno de los dos aspectos se registran grandes avances. En la UE, después de que una directiva de 2003 lo hiciera posible, sólo los Países Bajos han optado por introducir los impuestos. Y el transporte por tren, desde la mitad de los años noventa, ha permanecido estable, representando alrededor de un 6% del total, pese a las inversiones. Mientras, la cuota de la aviación sube.

La ventana del 11-S
La cuantificación del impacto sobre el calentamiento global de las nubes causadas por las estelas de los aviones es objeto de debate científico desde hace muchos años. Mientras sobre el efecto de CO2 y NOx hay cierto grado de acuerdo, en la materia de las estelas las opiniones son divergentes. El 11-S representó una excepcional oportunidad para entender algo más del tema, gracias al bloqueo de tres días de todos los vuelos civiles en el espacio aéreo de Estados Unidos.
Aprovechando la momentánea ausencia de estelas, varios científicos observaron las condiciones atmosféricas en búsqueda de claves de lectura. Entre ellos, David Travis, de la Universidad de Wisconsin, cuyo estudio fue publicado por la revista “Nature” en 2002. Las mediciones de Travis registraron entre el día 11 y el 14 de septiembre de 2001 la más alta variación de la temperatura entre día y noche de los últimos 30 años, el periodo objeto del estudio. Eso se debió, según el científico, a la ausencia de las estelas que durante el día filtran los rayos del sol y de noche retienen el calor. Su ausencia produjo días más cálidos y noches más frías. Según la mayoría de los estudiosos, el efecto neto de las estelas es un calentamiento. Pero todo intento de cuantificación es más una hipótesis que una afirmación.

Méndez, Rafael. Cuando el cambio climático era importante. “El País” (3-XII-2011) 32-33. Apartado: Una lucha global (33).
Una lucha global
1896. El químico sueco Svante Arrhenius cuantifica por primera vez el papel del CO2 en mantener caliente la Tierra.
1950. Charles Keeling coloca estaciones para medir el CO2 en Mauna Loa (Hawai). Desde entonces no ha hecho más que aumentar.
1965. El presidente de EE UU Lyndon B. Johnson al Congreso: "Esta generación ha alterado la composición de la atmósfera global mediante un incremento continuado del CO2
por la quema de combustibles fósiles".
1988. Margaret Thatcher, en la ONU: "El calentamiento nos afecta a todos y la acción solo será efectiva si es internacional. No sirve de nada reñir sobre quién es responsable o quién debe pagar".
1988. La ONU crea el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) para que recopile la evidencia científica.
1992. Se crea la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático para estabilizar en 2000 las emisiones en el nivel de 1990.
1995. El IPCC: "La evidencia sugiere una influencia humana discernible en el clima global".
1997. Se acuerda el Protocolo de Kioto. Los países desarrollados pactan reducir sus emisiones un 5% en el periodo 2008-2012 respecto a 1990. EE UU no lo ratifica.
2001. El IPCC concluye que es "probable" que la actividad humana sea la principal causa del calentamiento reciente.
2007. El IPCC da un paso más al decir que es "inequívoco" y que con un 90% de probabilidad se puede atribuir a la actividad humana.
2009. En Copenhague, 192 países alcanzan un acuerdo no vinculante para contener el calentamiento en dos grados. No hay acuerdo sobre qué hacer cuando en 2012 expire el primer periodo de Kioto.
2011. La cumbre de Durban busca una salida al bloqueo.

Méndez, Rafael. La ONU alerta de cambios ‘sin precedentes’ en la Tierra. “El País” (7-VI-2012) 35.
‹‹Dos décadas de buenas palabras y de discursos a favor del medio ambiente no han evitado que los principales parámetros para medir la sostenibilidad de la actividad humana hayan empeorado. El objetivo de contener el calentamiento en dos grados para final de siglo se aleja; los océanos son cada vez más ácidos; la biodiversidad desaparece a un ritmo desconocido desde la extinción de los dinosaurios y la deforestación está alcanzando tales cotas que supondrá un coste para la economía mundial superior a las pérdidas derivadas de la crisis financiera de 2008. Así lo constata el informe GEO-5, elaborado por el Programa de Naciones Unidad para el Medio Ambiente (PNUMA) como previa a la cumbre de Río+20 que se celebrará en Brasil dos décadas después de la primera cumbre de la Tierra. De 90 objetivos solo hay avances significativos en cuatro. La ONU recomienda a los Gobiernos que, entre otras cosas, acaben con las subvenciones a los combustibles fósiles.
 “Los cambios que actualmente se observan en el sistema Tierra no tienen precedentes en la historia de la Humanidad”, arranca el documento, en el que han colaborado unos 600 expertos: “Los esfuerzos por reducir su velocidad o su magnitud han dado resultados moderados pero no han conseguido revertir los cambios ambientales adversos”.
El informe —que alerta de que esas alteraciones de los ecosistemas no son lineales y que llegados a un punto pueden ser abruptos e irreversibles— puede agitar algo la cumbre de Río, que se presenta con un perfil bajo, menor que la de Johannesburgo en 2002 o la primera, en Río en 1992.

Atmósfera. 
El PNUMA señala que el Protocolo de Montreal ha logrado reducir la emisión de sustancias que dañaban la capa de ozono. Suscrito en la ciudad canadiense en 1997, es el ejemplo de cooperación internacional para superar un problema ambiental global. Tanto, que desde “1994 han mejorado en un 31% los indicadores relativos a las sustancias que agotan el ozono en latitudes medias y previsiblemente se han evitado unos 22 millones de casos de cataratas en personas nacidas entre 1985 y 2100 en Estados Unidos, sin contar otros países”. Sin embargo, las conversaciones dentro de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático siguen estancadas o, en el mejor de los casos, avanzan a un ritmo lentísimo. Así, el objetivo de limitar el calentamiento a dos grados centígrados (pactado en la cumbre de Copenhague en 2009) se aleja. Debido a la quema de combustibles fósiles iniciada con la revolución industrial, la concentración de CO2 en la atmósfera es la mayor en 850.000 años (ya roza las 400 partes por millón). Ese CO2 retiene parte del calor que emite la Tierra y calienta el planeta. El IPCC considera que para eso habría que limitar la concentración en 450 partes por millón. El PNUMA cree preciso eliminar subsidios perversos o perjudiciales para el medio ambiente, especialmente a los combustibles fósiles; impuestos a las emisiones de carbono; incentivos forestales para la captura de carbono. Según la Agencia Internacional de la Energía, la subvención a energía fósil en el mundo es cinco veces mayor que la de renovables.

Uso del suelo y deforestación. 
El informe señala que “el ritmo al que se pierden los bosques, especialmente en los trópicos, sigue siendo alarmantemente elevado” y lo atribuye a que “el crecimiento económico ha tenido lugar a expensas de los recursos naturales y los ecosistemas; debido a los incentivos perjudiciales, es probable que solo la deforestación y la degradación de los bosques supongan un costo para la economía mundial, incluso, superior a las pérdidas derivadas de la crisis financiera de 2008”.

Agua dulce. 
El acceso al agua potable es una de las pocas buenas noticias. En 1990, la ONU fijó el reto de reducir a la mitad antes de 2015 el número de personas sin acceso al agua potable. El objetivo está a punto de ser conseguido (si no lo ha sido ya), pero el PNUMA señala que no se alcanza el del saneamiento, ya que aún hay 2.600 millones de personas sin acceso a la depuración de aguas. El 80% de la población vive en zonas amenazadas por la seguridad de suministro de agua.

Océanos. 
Las señales de degradación del mar no cesan. “El número de zonas costeras eutróficas (con proliferación de microorganismos por la contaminación) ha aumentado considerablemente desde 1990: al menos 415 zonas costeras han dado signos de una eutrofización grave y, de ellas, solo 13 se están recuperando”. Además de la contaminación, “la absorción excesiva de CO2 de la atmósfera está provocando la acidificación de los océanos, que se cierne como una gran amenaza para las comunidades de arrecifes de coral y los mariscos”.

Biodiversidad. 
El mundo vive la llamada “sexta extinción” de las especies, ya que la biodiversidad desaparece a un ritmo desconocido desde la desaparición de los dinosaurios. El PNUMA alerta de que “hasta dos tercios de las especies en algunos taxones están amenazadas de extinción; las poblaciones de especies están en declive, desde 1970, las poblaciones de vertebrados han disminuido en un 30%; y desde 1970 la conversión y la degradación han provocado una reducción del 20% en algunos de los hábitats naturales”. “El cambio climático”, añade, “tendrá repercusiones profundas en la biodiversidad”. El PNUMA cita un índice creado por WWF, el del Planeta Vivo, que analiza los cambios en el tamaño de 7.953 poblaciones de 2.544 especies de pájaros, mamíferos, anfibios, reptiles y peces de todo el planeta, que bajó un 20% entre 1970 y 2007 y recomienda aplicar “instrumentos de mercado para los servicios de los ecosistemas, incluidos pagos por servicios ecosistémicos”.››

Rico, Javier. Alimentación y medio ambiente, más unidos que nunca. “El País” Extra Día del Medio Ambiente (5-VI-2013) 2-3.
‹‹Producir un kilo de carne consume 16.000 litros de agua, además de un considerable gasto energético y de otros recursos (suelo, vegetación, etcétera) y de emitir gases contaminantes. Si además ese kilo de carne acaba en la basura, se comete un crimen ambiental y social muy grave. Dicho crimen no se hace solo con un kilo de carne, sino con 1.300 millones de toneladas de comida al año. La celebración este año del Día Mundial del Medio Ambiente demuestra la estrecha relación que existe entre la conservación de nuestro entorno y una producción sostenible de alimentos.
Maíz dulce a la parrilla, lentejas amarillas con tamarindo, tiramisú con toque tropical y especialidades con cáscaras de frutas confitadas. Este fue el menú que se sirvió en la cena de presentación del Día Mundial del Medio Ambiente de este año. Fue en Nairobi (Kenia), sede del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el organismo de la Organización para la Agricultura y Alimentación (FAO) que impulsa esta celebración. Lo destacable del menú fue que los alimentos procedían de partidas que se desecharon en Reino Unido por “razones estéticas”.
Durante la cena se presentó el eslogan de este año: ‘Piensa, aliméntate y ahorra’que se enmarca dentro de una campaña mayor de la FAO denominada ‘Reduce tu huella alimentaria’, con la que se pretende frenar el inmenso despilfarro y la tremenda injusticia que supone tirar todos los días 300.000 toneladas de alimentos (1.300 millones de toneladas al año, según datos de la FAO) mientras mil millones de personas pasan hambre y mueren por no tener acceso a una alimentación adecuada. Además, en el mismo ágape se animó a los participantes a empaquetar los restos para llevarlos a casa o donarlos a una ONG que gestiona programas de alimentación entre 580 niños en Nairobi. Fue un evento de cero desperdicios.
Últimamente se suceden las cifras que cuantifican las toneladas de alimentos que diariamente se desaprovechan, y que fluctúan entre un tercio y la mitad de la producción inicial. Gustavo Duch, coordinador de la revista “Soberanía Alimentaria”, incide en la responsabilidad de la industria: “Se tiende a concentrar la culpa en los extremos, en los agricultores y el consumidor, pero la principal culpable es la agroindustria y, principalmente, las grandes cadenas de distribución, que en España tienen el control del 80% de la venta de alimentos”. Duch expone varios ejemplos que recuerdan a la distribuidora de Reino Unido que “facilitó” la cena de Nairobi. “En Levante se desechan toneladas de mandarinas porque las distribuidoras no las ven con la apariencia idónea para ponerlas en el mercado, y en Euskadi pequeños productores hortícolas se han quedado con grandes cargamentos de lechugas sin vender porque una empresa ha preferido adquirir otras a más bajo precio procedentes de Marruecos”, explica Duch a modo de ejemplo.
Esta información la confirma Lorenzo Ramos, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). “Desgraciadamente, se desecha mucha fruta y hortaliza directamente en el campo porque el agricultor no se arriesga a que por una pequeña parte que contenga algún roce o piezas algo más pequeñas que el resto te echen para atrás toda la partida”, expone Ramos. En la UPA solicitan medidas de apoyo para recuperar esos alimentos y ponerlos a la venta o destinarlos a bancos de alimentos o comedores sociales.
Las grandes distribuidoras se defienden y hacen valer su compromiso. Una de ellas es Mondelez International, antigua Kraft Foods, dueña de marcas como Philadelphia, Oreo, Toblerone y Suchard. “Llevamos colaborando con bancos de alimentos desde hace más de diez años, no solo a través de la donación de excedentes alimentarios, sino también desarrollando conjuntamente campañas de marketing solidario y de sensibilización”, afirman. Desde una importante conservera, el Grupo Calvo, hablan más de reducción en origen. Precisan que uno de los objetivos de su política ambiental es la “mejora del rendimiento de la materia prima y el pleno aprovechamiento del proceso de producción y del subproducto”.
Esta cadena de despropósitos con los productos alimenticios acarrea no solo una injusticia social y económica, sino también ambiental, de ahí que el PNUMA haya ligado el problema al Día Mundial del Medio Ambiente. La producción de alimentos está asociada a cultivos, ganadería o pesca industrial y conlleva un importante consumo de recursos. El más elocuente es el de agua, cuyo ejemplo más palmario son los 16.000 litros necesarios para producir un kilo de carne o los 900 para uno de maíz, según datos de la Water Footprint Network. A ello hay que añadir el consumo de suelo, materia vegetal, fertilizantes, plaguicidas y energía en todo el proceso (de la siembra a la puesta en el mercado) y las emisiones, tanto contaminantes como de gases de efecto invernadero (GEI).
Según datos del PNUMA, la producción global de alimentos ocupa un 25% de la superficie habitable, supone un 70% del consumo de agua, provoca el 80% de la deforestación y emite el 30% de GEI. “Es, por tanto, una de las actividades que más afectan a la pérdida de biodiversidad y a los cambios en el uso del suelo”, concluyen desde el PNUMA. Con estos datos en la mano, tirar un solo kilo de carne supone un impacto ambiental de gran calibre.
Sin salir de la repercusión sobre el medio ambiente, el Convenio sobre Biodiversidad recuerda constantemente la importancia que tiene la biodiversidad agrícola (es uno de sus programa temáticos) en la conservación de nuestro entorno. Casi un tercio de la superficie terrestre se utiliza para la producción de alimentos, por lo que su correcta gestión favorece funciones “como el mantenimiento de la fertilidad del suelo y la conservación de los recursos hídricos, los cuales son esenciales para la supervivencia humana”.
Pero dichas funciones, ligadas sobre todo a la producción más sostenible, merman también día a día. Según la FAO, gran parte de la población mundial se alimenta con apenas 150 especies cultivadas y se pierden miles de variedades todos los años, la mayoría en países en desarrollo, y estima que el 22% de las razas ganaderas están en peligro de extinción. Apostarlo todo por una estrecha franja de cultivos y razas industriales empobrece la variedad y calidad genética y favorece el ataque y propagación de plagas y enfermedades.
Por este motivo, desde el PNUMA aportan también alternativas: elegir aquellos alimentos cuyo impacto en el medio ambiente es menor, como los procedentes de la producción ecológica, en la que apenas se usan productos químicos; o adquirir productos en mercados locales en los que se sabe que no ha sido necesario el transporte y, por tanto, no han supuesto tantas emisiones de gases.
La producción ecológica, en la que España es una de las principales potencias europeas (más en extensión y producción que en consumo interior), y el consumo de proximidad (también llamado de kilómetro cero) son dos de las opciones que se barajan para hacer frente al modelo que hasta ahora ha imperado, “y que ha fracasado”, sostiene Gustavo Duch. “Se afirma que la agricultura ecológica o de pequeños productores no puede abastecer al mercado con garantías, pero resulta que el modelo industrial imperante tira el 50% de lo que produce”, concluye el director de Soberanía Alimentaria.
Otro dato a tener en cuenta es que en la ratio per cápita, los desechos producidos en Europa, Norteamérica y Oceanía, lugares donde impera el modelo de gran producción y gran distribución, son de entre 95 y 115 kilos, mientras que en África subsahariana, sur y sureste de Asia se tiran entre 6 y 11 kilos al año. En los países en desarrollo, las pérdidas se asocian más a déficits en la logística y la conservación de los alimentos, y en los más ricos, a cuestiones de sobreproducción y sobreconsumo, énfasis en la apariencia y confusión entre fechas de consumo recomendado y caducidad.
La certificación forestal FSC (Forest Stewardship Council) y PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification), la pesca artesanal o certificada MSC (Marine Stewardship Council), la creación de cooperativas y grupos de consumo directo a proveedores, la ampliación de las redes de comercio justo, la creación de huertos urbanos, el movimiento slow food o las redes de apoyo social en la redistribución de alimentos, alentadas por las asambleas del Movimiento 15-M, son otros ejemplos que van en la línea de conjugar soberanía alimentaria y protección del medio ambiente.
Algunas decisiones acordadas en las altas esferas políticas también son vistas como pasos en la misma línea. Es el caso del reciente acuerdo alcanzado entre el Consejo de Ministros de Pesca de la UE y el Parlamento Europeo sobre la reforma de la Política Pesquera Común. En él se fijan objetivos vinculantes para acabar con la sobrepesca, las capturas accidentales (aves, cetáceos, tortugas…) y los descartes, y se marcan criterios ambientales y sociales en los repartos de cuotas de pesca (impacto de las pesquerías, cumplimientos de las cuotas otorgadas y contribución a la economía local).
En España, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha presentado la estrategia ‘Más alimento, menos desperdicio’, que, según la secretaria general de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, “nace como una gran plataforma integradora porque todos tenemos un compromiso con la sociedad, con los más necesitados, con el uso eficaz de los recursos y con el cuidado del medio ambiente”. Las cinco grandes áreas de actuación que contempla la estrategia son el establecimiento de las buenas prácticas, la difusión y promoción de las mismas, los aspectos normativos que puedan afectarle, la colaboración con otros agentes y el fomento y desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a minimizar el problema.
A la espera de que iniciativas como la europea y la española cristalicen, tanto las ONG como la FAO recomiendan mantenerse alerta, no solo porque en algunos casos existen pesquerías con tasas de stocks sobreexplotadas cercanas al 90% y que España sea el sexto país que más alimentos desperdicia en Europa, sino por la extensión de otros fenómenos dañinos, como el acaparamiento de tierras fértiles en África y América del Sur.››


Moisés Naim, en ¿Abundancia energética, precariedad ambiental? [“El País” (9-VI-2013)] advierte que los nuevos recursos energéticos fósiles incrementarán la peligrosa contaminación:
‹‹(…) las profundas transformaciones que están ocurriendo en el mundo de la energía. La explosión del consumo en Asia, liderado por China, la irrupción del continente americano como posible fuente principal de petróleo y gas para el mundo, la nueva híper-competencia entre países y empresas y la inminente autosuficiencia de EEUU son algunos de los cambios que nos alertan sobre la conformación de un nuevo orden energético mundial. Quizás, el más inesperado de estos cambios es que las discusiones entre los expertos han pasado del énfasis en la escasez de energía a su abundancia. Un estudio de Citigroup, por ejemplo, concluye que el consumo de energía llegará a su nivel más alto en 2020, y que de ahí en adelante declinará.
Todo esto, que puede parecer muy bueno para los consumidores, es al mismo tiempo devastador para el planeta. Y como los consumidores somos habitantes del planeta, también es devastador para nosotros y nuestros descendientes. En este nuevo orden energético reinan el carbón, el gas y el petróleo, mientras que la energía solar, nuclear, eólica y las demás que provienen de fuentes renovables y no tan dañinas para el medio ambiente quedan en desventaja. Esto quiere decir que las emisiones de CO2 causado por la actividad humana que contribuyen al calentamiento global no solo no disminuirán como sería deseable, sino que, por lo contrario, irán en aumento.
Nota para los escépticos: Si usted no cree que el cambio climático es provocado por las emisiones de CO2 generadas por los humanos, lea los 11.944 artículos científicos publicados entre 1991 y 2011 por 29.083 autores. De ellos, el 98.4% que toma una posición al respecto concluye que el calentamiento global es producido por nosotros. [John Cook y coautores en IOP-Environmental Research Letters, Mayo 2013).
Tristemente, parece inevitable que seguiremos emitiendo CO2 a una velocidad que llevará a que la temperatura promedio del planeta aumente en al menos dos grados centígrados. Estos dos grados más cambiarán drásticamente el mundo tal y como lo hemos conocido hasta ahora. Y no para bien.
¿A qué se debe tanta complacencia ante a una trayectoria que nos lleva al desastre? Hay varias razones. Ignorancia. Desconfianza de la opinión pública hacia los “expertos” y escepticismo sobre la validez de las investigaciones científicas. Plazos aparentemente muy lejanos para que los efectos se hagan sentir en toda su magnitud, y que por lo tanto crean la ilusión de que el calentamiento global no es una emergencia y que queda tiempo para actuar. La crisis económica y otras urgencias que no dejan tiempo, dinero o capital político para problemas que no son inmediatos. Insuficiente solidaridad intergeneracional (los adultos de hoy no hemos demostrado estar muy dispuestos a hacer los sacrificios necesarios para dejar un mundo más vivible a los niños y jóvenes). La generalizada sensación de impotencia y resignación ante la información de que las tendencias climáticas son imparables.
¿Y, entonces, qué hacer? No hay soluciones mágicas, pero sí una serie de esfuerzos que pueden, si no revertir, al menos desacelerar la marcha al desastre. Encarecer el uso de energía que emite CO2 e invertir masivamente en nuevas tecnologías son dos objetivos obvios. Pero el problema no es el qué hacer, sino tener la voluntad de hacerlo. Y eso es lo que falta.
Quizás la buena noticia es que la madre naturaleza está contribuyendo a que todos tengamos más incentivos para hacer los sacrificios necesarios para mitigar las consecuencias del calentamiento global. Las campanadas de alerta suenan cada vez más cerca de casa. Ya no se trata de ver por televisión escenas de remotos glaciares derritiéndose; para cada vez más personas en todo el mundo ya solo basta con mirar por la ventana. Alemania acaba de sufrir las peores inundaciones en quinientos años. Estados Unidos ha tenido la racha más devastadora de tornados jamás registrada. Brasil, Argentina, Chile y Colombia enfrentan el peor ciclo hidrológico en décadas, lo cual reduce su capacidad de producción hidroeléctrica, aumenta los precios de la electricidad y les obliga a usar combustibles más contaminantes. En muchos países los ciclos de las cosechas están cambiando y con ellos los patrones de producción agrícola. El número de refugiados y personas desplazadas debido a las catástrofes climáticas supera al provocado por guerras y conflictos políticos.
Y la lista de campanadas sigue. La esperanza es que pronto los políticos las oigan y comiencen a descubrir que se pueden ganar elecciones prometiendo sacrificios en el presente para salvar el futuro.››

La OMS señala que en el mundo mueren cada año entre 2,4 y 3,3 millones de personas por causas relacionadas con la contaminación del aire: asma, enfisemas, enfermedades pulmonares y cardiacas, infartos o alergias respiratorias. 'M. R. E.', en La energía de las ciudades, un factor más del cambio climático [“El País” (29-I-2013)] apunta a la contaminación urbana incluso como una de las grandes causas del cambio climático:. 
‹‹La energía que se desaprovecha en las grandes áreas urbanas del mundo desarrollado tiene una influencia mucho mayor de lo que se suponía en la circulación atmosférica mundial. No se trata solo de que las ciudades sean islas de calor, sino de que el calor residual de las emisiones del tráfico, la calefacción, el aire acondicionado y las industrias producen cambios en la circulación atmosférica global que explican anomalías observadas a miles de kilómetros de las ciudades, pero no explicadas hasta ahora por los modelos de cambio climático.
Investigadores de varios centros estadounidenses han unido sus fuerzas para incorporar el calor que resulta del consumo de energía de origen fósil a los modelos de clima globales. Han encontrado que los efectos de este factor, tales como el calentamiento en invierno de hasta 1 grado centígrado en Rusia, el norte de Asia y la zona central de Canadá son similares a los que se han observado en la realidad durante la segunda mitad del siglo XX. También explica el enfriamiento de hasta un grado centígrado que se ha observado en Europa occidental durante el invierno.
“La quema de combustibles fósiles no solo emite gases de efecto invernadero sino que también afecta directamente a las temperaturas debido al calor que escapa de fuentes como edificios y automóviles”, explica Aixe Hu, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR), que ha participado en el estudio, publicado en "Nature Climate Change". “Aunque gran parte de este calor desaprovechado se emite desde las grandes ciudades, puede cambiar los patrones atmosféricos de forma que afecte a las temperaturas a distancias muy considerables.
Dado que las mayores concentraciones urbanas se encuentran en el hemisferio Norte, el efecto se produce sobre todo en esta mitad del mundo. Además de las zonas citadas, en China hay un calentamiento de medio grado en invierno, mientras que en otoño el enfriamiento afecta extensamente a Rusia, Canadá, el medio oeste de Estados Unidos, mientras que se calienta el norte de Europa. Entre los cambios observados en la circulación atmosférica está un desplazamiento hacia el ecuador de la corriente de chorro invernal de latitudes medias, la que afecta a Europa occidental.
Aunque el efecto neto sobre las temperaturas medias globales de la energía emitida por las grandes áreas urbanas es prácticamente despreciable, a escala regional este efecto es cuantificable en algunas zonas. El calor residual total producido por la actividad humana constituye solo el 0,3% del calor total transportado en latitudes altas por las circulaciones atmosférica y oceánica, señalan los expertos citados por el NCAR.››

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