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viernes, 17 de enero de 2014

Argelia: la situación actual.

Argelia: la situación actual.

Mapa de Argelia. Fuente: CIA.


Capital: Argel. Superficie: 2.381.740 km². Población (2011): 35,406 millones. Densidad de población (2011): 15 hab/km². Índice de desarrollo humano (IDH 2011; 0 mínimo, 1 máximo): 0,68. PIB/h (2011): 7.000 dólares. Esperanza de vida: 72,9 años.



El IPEX acudió a Argel para apoyar a las empresas del sector de la construcción castellano manchegas

Vistas de Argel.

Sociedad.
Un 47,5% de la población contaba hacia 2010 con menos de 25 años (la media de edad es de 27,6 años), el desempleo ronda el 13,8% (el juvenil asciende al 21%) y la mayoría musulmana llega al 99%.
El Estado subvenciona el pan, la leche, el aceite, la electricidad, la gasolina y el gas, de modo que la mayoría de la población, sobre todo la urbana, tiene un nivel de vida digno y apenas se ve miseria en el país, lo que explica que no haya habido revueltas populares importantes durante la 'primavera árabe' de 2011.

Economía.
La economía argelina crece moderadamente (2% en 2006, 3% en 2007, 2,4% en 2008, 2,4% en 2009, 4% en 2010), pero no lo bastante para aliviar el precio de los alimentos, el paro y la pobreza.
Indepen­diente de Francia en 1962, salieron del país un millón de colo­nos franceses, lo que representó un duro golpe a la economía, y la política de planificación socialista posterior, basada en los ingresos del petróleo y el gas, no consiguió un desarrollo sostenido.
En 2015 es un país todavía en desarrollo, con una renta per cápita relativamente alta para la región, aunque el paro (sobre todo juvenil) es muy elevado y la deuda exte­rior es enorme.

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Mapa de los hidrocarburos de Argelia.

El sector de hidrocarburos es fundamental, pues el país cuenta con una enorme riqueza en petróleo y gas natural, de los que es uno de los grandes pro­ductores mun­diales; recibe casi todas las in­ver­siones extranjeras; es el principal empleador junto al Estado; y es la fuente del 90% del presupuesto y de las divisas, y el 35% del PIB.
El dinero del petróleo ha permi­tido cierto desarrollo social: poco anal­fabe­tismo y un buen sistema sanitario, pero hay graves problemas: una población de creci­miento exce­sivo, desempleo juvenil crónico, emigración de los jóvenes a Europa, desigualdad social entre la población rural y la urbana, analfabetismo funcional en el campo, macrocefalia capi­talina de Argel, improductividad del sistema agrario socia­lis­ta, una tecnología industrial obso­leta, escaso ahorro para protegerse de las caídas de los precios del petró­leo, elevada deuda externa, falta de democracia real, integrismo religioso muy extendido entre las masas pobres. La violencia estalló final­mente en 1991, con la emergencia del terrorismo.
El sector primario es importante. La agricultura evolucio­nó desde un modelo colonial (francés) de gran pro­piedad y mono­cultivo de productos de exportación (vid, olivo, agrios, fru­ta­les) a un modelo socialis­ta, de di­versificación de culti­vos y grandes obras de regadío, pero que no ha podido ali­mentar a una pobla­ción de explosivo crecimien­to. Paralelamente subsiste un modelo tra­di­cional y poco productivo de agricultura (cereales) y ganade­ría (ca­prina, ovina y bovi­na).
El sector secundario es muy importante, gracias a la riqueza de hidrocarburos, pues aproximadamente cuenta con unas re­servas del 1% del pe­tró­leo y del 4% del gas na­tural del mundo. La indus­tria transformadora es peque­ña, aunque el apo­yo es­ta­tal ha conse­gui­do que esté muy di­versifi­cada en todos los sec­tores y des­tacan el tex­til, cueros y sobre todo el petro­químico.
El sector terciario está poco de­sa­rrolla­do, pues ape­nas hay turismo y los servicios están atrasados. La red de trans­portes es bastante moderna.



Desierto al sur de Argelia.

Política.
Los proble­mas políti­co-reli­giosos, especialmente la corrupción, el inte­grismo islá­mico y el terro­ris­mo, di­ficul­tan el crecimiento, pese a que el gobierno inten­ta trans­formar la eco­nomía de planifica­ción en una econo­mía de mercado, con grandes costes sociales.Gracias al ciberespacio, los jóvenes árabes ignoran las fronteras nacionales. El caso de Buaziz en Túnez a finales de 2010 fue de inmediato asumido como propio por los vecinos argelinos y a principios de enero de 2011, grandes manifestaciones agitaban las principales ciudades de Argelia, aunque los primeros conatos de rebelión fueron reprimidos con moderación. El 24 de febrero de 2011, el Gobierno argelino dio el primer paso atrás ante la presión popular y acabó con 19 años de estado de excepción. A continuación ha evitado tomar medidas impopulares, aunque la crisis económica amenaza de continuo. En las elecciones presidenciales de 2015 volvió a ganar Butteflika, su cuarto mandato desde 1999, pero en marzo de 2019 las protestas han impedido que se presente a un quinto mandato.

El escritor y arabista Juan Goytisolo, en De la primavera al otoño árabe, “El País” Semanal (22-I-2012) explicaba:
‹‹Mi primer contacto físico con el mundo árabe data de 1963, cuando fui invitado a la conmemoración del primer aniversario de la independencia argelina por el Gobierno de Ben Bella. Aunque mis simpatías políticas se dirigían a figuras de probada honradez como Ferhat Abbás, Ben Yedda o Budiaf, marginados por aquél y por el ejército al mando del coronel Bumedián, creía aún en la posibilidad de un Estado democrático y socialista conforme al modelo entonces en boga de los países recién independizados del yugo colonial agrupados en el conjunto de los No Alineados. El golpe de Estado de Bumedián en 1965 que confirió el poder al ejército y a su apéndice político —el Frente de Liberación Nacional, controlado igualmente por el coronel— me hizo ver que una vez lograda la independencia tras una durísima guerra de ocho años el camino de la democracia sería largo, difícil y sembrado de trampas. En mis sucesivos viajes a Argelia, que recorrí casi por entero, advertí la creciente desafección popular por una dictadura que poco o nada tenía que ver con los ideales que exteriormente proclamaba. La rebelión juvenil contra el sistema en 1988, aplastada a costa de centenares de víctimas, puso en evidencia la profunda ruptura existente entre el poder y la inmensa mayoría de la población. Entre tanto, la política de arabización forzada llevada a cabo por maestros formados en Arabia Saudí dio sus amargos frutos: el islamismo radical emergió como única alternativa creíble al FLN y el ejército. Las mezquitas se convirtieron en el único espacio de abierta oposición al régimen y el retorno a las fuentes más puras del islam en el refugio de millones de marginados, unidos por su rechazo del hogra (desprecio), corrupción y arrogancia del llamado despectivamente “partido francés”.
La convocatoria electoral de junio de 1991 confirmó los temores de la nomenklatura y de los débiles y fragmentados partidos laicos: el FIS (Frente Islámico de Salvación) alcanzó la mayoría —como este otoño, pero en circunstancias muy distintas, y con un proyecto más moderado, en Túnez, Egipto y Marruecos—. Su discurso radical fomentó la aparición de grupos salafistas cuyo lema era la lucha armada revestida del carisma de la yihad. Ante el previsible resultado de la segunda convocatoria, fijada seis meses después, el presidente Chadli Benyedid presentó su dimisión y el poder fáctico suspendió las primeras y últimas elecciones libres de la historia argelina. Este golpe de Estado —aplaudido en contra de sus principios constitutivos por los partidos demócratas y los Gobiernos europeos por aquello de “ninguna libertad a los enemigos de la libertad”, iba a sentar cátedra y permitir a los dictadores árabes el visto bueno de Washington, París y Londres en cuanto supuestos baluartes contra el islamismo— desembocó, como sabemos, tras el asesinato de Budiaf en la guerra civil o, por mejor decir, guerra contra los civiles de 1992—1998, que se saldó con la cifra de 150.000 muertos. El ejército y el FLN se impusieron a la rama militar del FIS, al GIA (Grupo Islámico Armado) y a los islamistas de Takfir u Hixara (Excomunión y Exilio), cuyos ultras, refugiados en zonas montañosas de difícil control, se unirían en la pasada década a Al Qaeda del Magreb árabe, y sus atentados y emboscadas colean aún. Pero la frustración y la cólera de la población abandonada a su suerte y sin posibilidades de emigrar a una Europa en crisis no se han apagado. Las tentativas de revuelta durante la primavera árabe fueron abortadas con contundencia, y el temor a un nuevo ciclo de sangre como el de la anterior década actuó de cortafuegos en una gran parte de la población.››

Sanz resumía en ‘Primavera árabe’, de la frustración al silencio. [“El País” (17-XII-2017)]: ‹‹Argelia / Resignación ante el espejo de Siria y Libia. El presidente Abelaziz Buteflika, que llevaba 12 años en el poder, consiguió vadear la ola de manifestaciones sin emprender grandes cambios. “Se ha revisado la Constitución en 2016”, señala el director del sitio digital TSA, Lounes Guemache, , “pero sin que haya una evolución democrática ni un proceso de apertura”. “Prueba de ello”, añade, “es que en las próximas presidenciales, que se celebrarán en 2019, solo caben dos opciones: o se presenta Buteflika en un quinto mandato  (a pesar de que no se dirige directamente a la nación desde 2012) o saldrá designado el hombre al que el llamado “poder” designe como candidato.
Sin embargo, el impacto de la ‘primavera árabe’ tuvo una consecuencia económica evidente. “El Gobierno”, añade Guemache, “autorizó a partir de 2012 una importante subida de salario. Como consecuencia, aumentó el consumo y también las importaciones. También se produjo una política muy generosa en materia de viviendas y de créditos para que los jóvenes fundaran empresas”. Los críticos consideran que Buteflika consiguió sostenerse comprando a la juventud.
Finalmente, la gente se miró en el espejo de Siria y Libia y decidió resignarse. “Incluso los que desean un cambio político tienen miedo del caso. Quieren un cambio, pero en calma”, concluye Guemache.››

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El editorial Cambio en Argelia [“El País” (13-III-2019)] resume la crisis surgida en marzo de 2019 con masivas y pacíficas manifestaciones que exigen un cambio democrático del régimen, apartando a Buteflika (82 años e incapacitado) y a sus apoyos:
‹‹La decisión del presidente argelino Abdelaziz Buteflika, de 82 años, de renunciar a presentarse a un quinto mandato no ha logrado frenar las protestas en las calles del país norteafricano. Ni siquiera está claro si la enfermedad del mandatario argelino, que hasta el domingo permaneció ingresado en Ginebra, le permite tomar una decisión así o si se trata de un paso de la camarilla que controla de facto el país para tratar de desactivar las crecientes manifestaciones. En cualquier caso, los argelinos lo han considerado claramente insuficiente. Las protestas incluso se han intensificado. Muchos sospechan que se trata de una estratagema para mantenerse en el poder: la anulación de la candidatura ha significado el retraso de las presidenciales previstas para el 18 de abril y la puesta en marcha de una presunta transición, que parece destinada a dejar las cosas más o menos como están.
A estas alturas, después de semanas de protestas generalizadas, lo único que podría desarticular el activismo en las calles es un mensaje claro de que el poder argelino está dispuesto a convocar unas elecciones creíbles, que rompan las dinámicas endogámicas que rigen el país desde hace décadas. Y, por ahora, no hay nada de eso en el horizonte. La promesa de convocar una difusa conferencia nacional, que puede prolongarse más allá de este año —la fórmula utilizada, “debe esforzarse por completar su mandato antes de 2019”, invita a la sospecha—, ha sido recibida con un justificado escepticismo. Máxime cuando se ha dejado en manos del veterano diplomático Lajdar Brahimi, de 85 años, que forma parte del régimen.
Los clanes que controlan el país desde la independencia en 1962 se han especializado en ocupar todos los espacios del Estado y en manejar a su favor los resortes institucionales. Son maestros en perpetuarse en el poder. La guerra civil de los años noventa contra los islamistas no hizo más que aumentar y profundizar sus tentáculos.
Pero algo está cambiando. Argelia no ha vivido en las últimas décadas nada parecido a las manifestaciones que estallaron en febrero. Millones de ciudadanos de todo el país y todas las clases sociales parecen haber perdido el miedo. Nada hace indicar que toda esa gente se vaya a conformar con promesas vacuas destinadas a ganar tiempo. Casi nadie espera que las cosas cambien de un día para otro ni que se produzca una transición hacia una democracia plena en cuestión de semanas: ni siquiera existen figuras claras que puedan iniciar ese proceso. Pero los argelinos, una población muy joven, quieren ser escuchados y tener la certeza de que las cosas van a cambiar, de que van a poder elegir en un plazo razonable un Gobierno creíble y representativo, no contaminado por el régimen actual, y de que el círculo de la endogamia, por fin, se va a romper.››

El editorial Buteflika abandona [“El País” (7-IV-2019)] opina que el país debe entrar en un proceso constituyente abierto y libre que desemboque en una democracia:
‹‹El anuncio de dimisión realizado el pasado martes por el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, de 82 años, abre la puerta a la normalización institucional de un país marcado por los dictados del Ejército —y un sangriento y prolongado enfrentamiento entre islamistas y poder militar— desde que en 1992 un golpe de Estado derrocara al Gobierno islamista del Frente Islámico de Salvación (FIS), quien había resultado vencedor en la urnas.
Después de un mes de multitudinarias manifestaciones los viernes y otros seis días consecutivos de masivas protestas, el presidente —que pretendía presentarse a un quinto mandato con un sistema electoral amañado para garantizar su victoria— se ha visto obligado a dejar el poder después de que el general Gaid Salah, jefe del Ejército, anunciara en público que retiraba su apoyo a Buteflika y respaldaba las reclamaciones de millones de manifestantes. Desde la independencia de Argelia en 1962 la sociedad civil no había tenido un papel tan decisivo para desalojar del poder no solo a una persona, sino a todo un clan familiar. Este ha medrado apoyado por las fuerzas armadas que hace 20 años ofrecieron el poder a Buteflika en unas elecciones completamente irregulares.
La salida del veterano mandatario abre importantes incertidumbres. En Argelia el poder civil es inexistente y el papel del Ejército es decisivo. El general Gaid Salah era un viejo conocido de los Buteflika que ha decidido cambiar de bando ante la magnitud de las protestas. Ahora se abren ante los militares dos caminos: organizar la sucesión de manera que sigan controlando el poder o atender a la demanda popular y hacer que Argelia entre en un proceso constituyente abierto y libre que desemboque en una democracia, algo que además podría ser ejemplar tras un rosario de sangrientas experiencias desde que comenzaran las llamadas primaveras árabes.
La dimisión de Buteflika es el primer paso indispensable en esta senda, pero ahora es el Ejército quien debe revelar si verdaderamente apoya la democracia o pretende que Argelia continúe inmersa en el autoritarismo.››

En las elecciones presidenciales del 13 de diciembre de 2019 Abdelmadjid Tebún ganó con un 58%, seguido de Bengrina con un 17%. La participación fue solo del 41% en unas elecciones muy cuestionadas por la oposición, 

Fuentes.
Internet.
[http://www.algeria.com/]
Economía.

Noticias. Orden cronológico.

Cano, Fernando. Argelia se agita. “El País” Negocios (20-II-2011) 24. La economía argelina crece moderadamente.
Cembrero, Ignacio. España disputa a Francia la hegemonía económica en el Magreb. “El País” (21-XII-2012) 4.
Cembrero, Ignacio. El lento declive del gas argelino. “El País” Negocios 1.441 (16-VI-2013) 19.
Casqueiro, Javier. La zozobra de invertir en Argelia. “El País” (20-IV-2014) 10.
Peregil, F. El parón económico abre el debate en Argelia sobre el poder el presidente. “El País” (27-XI-2015) 8. La caída del precio del petróleo castiga la economía.
Peregil, F. El ‘robo legal’ con el que la oligarquía aumenta su fortuna. “El País” (27-XI-2015) 8. La mejora de la situación económica en los cuatro mandatos de Butteflika, desde 1999, no oculta la corrupción y otros problemas.
Peregil, F. China construirá y gestionará el gran puerto de Argelia. “El País” (31-I-2016) 5.
Peregil, F. Argelia frena las importaciones para intentar paliar la crisis. “El País” (30-I-2018). El Gobierno prohíbe la entrada de 851 productos para reducir el déficit comercial.

Medio ambiente.

Noticias. Orden cronológico.

González, R. Una ola de incendios causa al menos 65 muertos en tres días en el norte de Argelia. “El País” (12-VIII-2021). La peor ola de calor en tres decenios.


Sociedad.

Noticias. Orden cronológico.
Noceda, Miguel Ángel. Unos 900 españoles trabajan en Argelia para 220 empresas. “El País” (20-I-2013) 4.
Chenaoui, Zahra. Las nuevas rutas migratorias en Europa / 2. Argelia. La ruta argelina, alternativa al caos de Libia. “El País” (31-X-2017).
Peregil, F. La ONU denuncia la deportación masiva de migrantes por Argelia. “El País” (27-VI-2018). Miles de subsaharianos son abandonados en el desierto cerca de Níger.

Sociedad: Cultura / Viajes.

Política exterior.

Noticias. Orden cronológico.

Bassets, M. Francia retoma su amistad con Argelia tras un año de crisis. “El País” (28-VIII-2022).


Análisis y opinión. Orden alfabético.

Abellán, Lucía. Sabri Bukadum / Ministro de Exteriores de Argelia. ‘España tiene una responsabilidad histórica en el Sáhara Occidental’. “El País” (30-III-2021).



Política.

Noticias. Orden cronológico.
Cembrero, Ignacio. Argelia prohíbe la gran manifestación del sábado, pero los convocantes la mantienen. “El País” (8-II-2011) 6.
Cembrero, I. Un masivo despliegue policial aborta en Argelia la protesta por el cambio. “El País” (13-II-2011) 8.
Cembrero, I. Argelia deroga el estado de excepción tras dos décadas de prohibiciones. “El País” (24-II-2011) 11.
Cembrero, I. La protesta se reaviva en el Magreb. “El País” (27-II-2011) 10. Argelia, Marruecos y Túnez.
Cembrero, I. Butteflika anuncia una reforma controlada de la Constitución. “El País” (16-IV-2011) 5.
Cembrero, I. Los islamistas de Argelia se miran en Egipto y Túnez. “El País” (2-I-2012) 8. El principal partido opositor, el islamista Movimiento para la Sociedad y la Paz (MSP), deja el Gobierno y marca su perfil opositor, en vistas a ganar las próximas elecciones.
Cembrero, I. Argelia inicia el cambio al aceptar observadores en sus elecciones. “El País” (11-I-2012) 5. Los islamistas intentan concurrir juntos a las elecciones.
Cembrero, I. Los partidos islamistas de Argelia se alían para ganar las elecciones de mayo. “El País” (8-III-2012) 6.
Cembrero, I. Argelia vive en las urnas su ‘primavera árabe’. “El País” (10-V-2012) 2-3.
Cembrero, I. El antiguo partido único gana las elecciones legislativas en Argelia. “El País” (12-V-2012) 6.
Mora, Miguel. Hollande asume el ‘sufrimiento’ de Argelia. “El País” (21-XII-2012) 3.
Cembrero, I. La guerra de Malí se extiende a Argelia. “El País” (17-I-2013) 2-3. Un grupo salafista toma un centro gasístico y toma cientos de rehenes.
Cembrero, I. Los terroristas resisten atrincherados. “El País” (19-I-2013) 2-3.
Cembrero, I. Final dramático del secuestro en Argelia. “El País” (20-I-2013) 2.
Cembrero, I. ‘Muchos murieron de un tiro en la cabeza’. “El País” (22-I-2013) 2-3. Muchos rehenes fueron ejecutados.
Cembrero, I. El terror devuelve Argelia al pasado. “El País” (23-I-2013) 5.
Cembrero, I. Argelia busca al sucesor de Buteflika. “El País” (1-VI-2013) 2-3.
Cembrero, I. Buteflika se presenta por cuarta vez a la presidencia de Argelia pese a estar enfermo. “El País” (18-XI-2013) 10. Abdelaziz Buteflika lleva ya 14 años como presidente y ha sido proclamado candidato por el Frente de Liberación Nacional (FLN) para las elecciones de abril de 2014 de un nuevo quinquenio.
Cembrero, I. Lucha sin cuartel entre Buteflika y el Ejército. “El País” (16-II-2014) 10-11.
Cembrero, I. El mito de un presidente eterno. “El País” (16-II-2014) 10.
Casqueiro, Javier. Argelia prepara otra transición. “El País” (14-IV-2014) 6.
Casqueiro, J. Buteflika revalida por cuarta vez su mandato como presidente de Argelia. “El País” (19-IV-2014) 4-5.
Casqueiro, J. Buteflika, el Cid argelino. “El País” (19-IV-2014) 5.
Casqueiro, J. Las redes del califato llegan a Argelia. “El País” (24-IX-2014) 4. Aumenta el peligro terrorista.
Casqueiro, J. Las manifestaciones de los policías ilustran el vacío de poder en Argelia. “El País” (16-X-2014) 6. Rumores de mala salud del presidente Buteflika.
Peregil, F. El parón económico abre el debate en Argelia sobre el poder el presidente. “El País” (27-XI-2015) 8. La caída del precio del petróleo castiga la economía y abre el debate sobre el poder del anciano presidente, reelegido en 2014.
Peregil, F. Argelia relega a los islamistas a un papel secundario. “El País” (29-XI-2015) 5.
Peregil, F. Argelia pone a prueba en las urnas la fuerza de Buteflika. “El País” (5-V-2017).
Peregil, F. Miles de argelinos lanzan protestas callejeras inéditas contra Buteflika. “El País” (23-II-2019).
Peregil, F. Miles de estudiantes se manifiestan contra Buteflika. “El País” (27-II-2019).
Peregil, F. Las masivas protestas en Argelia redoblan la presión contra Buteflika. “El País” (2-III-2019).
Peregil, F. Argelia, pendiente de Buteflika. “El País” (3-III-2019). La población protesta contra su reelección.
Martín, Javier. ‘Esto por fin ha estallado’. “El País” (3-III-2019). Las protestas.
Peregil, F. Buteflika presenta oficialmente su candidatura. “El País” (4-III-2019).
Peregil, F. Las purgas de Buteflika para mantener 20 años el poder. “El País” (5-III-2019).
Peregil, F. Buteflika sufre otra masiva protesta y las primeras grietas en su régimen. “El País” (9-III-2019).
Bassets, Ll. El último presidente de la república muerta. “El País” Ideas 199 (10-III-2019). Perfil de Buteflika.
Peregil, F. Ahmed Gaid Salah. El sable que sostiene en el poder a Buteflika. “El País” (10-III-2019). El jefe del Ejército.
Peregil, F. Buteflika vuelve a una Argelia alzada en protestas contra su régimen. “El País” (11-III-2019).
Peregil, F. Buteflika renuncia a otro mandato presidencial y aplaza las elecciones. “El País” (12-III-2019).
Peregil, F. El objetivo no era Buteflika sino el régimen. “El País” (13-III-2019).
Peregil, F. Masivo rechazo en las calles de Argelia a la continuidad del régimen de Buteflika. “El País” (16-III-2019).
Peregil, F. Buteflika se enroca mientras el jefe del Ejército insta a hallar una solución a la crisis. “El País” (19-III-2019).
Peregil, F. El jefe del Estado Mayor de Argelia pide que se inhabilite a Buteflika. “El País” (27-III-2019).
Peregil, F. Las protestas masivas en Argelia exigen ahora la marcha del jefe del Ejército. “El País” (30-III-2019).
Peregil, F. Buteflika deja la presidencia de Argelia tras seis semanas de protestas masivas en las calles. “El País” (3-IV-2019).
Peregil, F. Una salida humillante que abre espacio a la regeneración. “El País” (3-IV-2019).
Peregil, F. Las protestas en Argelia apuntan contra el régimen que amparó a Buteflika. “El País” (6-IV-2019). Los protestantes islamistas rechazan a las feministas, demostrando que no toda la oposición es democrática o progresista.
Peregil, F. Batalla sorda por el poder en Argelia. “El País” (7-IV-2019).
Peregil, F. El Parlamento de Argelia designa presidente interino a un fiel defensor de Buteflika. “El País” (10-IV-2019). Abdelkáder Bensalá, presidente del Senado, presidirá durante tres meses hasta las nuevas elecciones.
Peregil, F. El jefe del Ejército de Argelia se aferra al régimen heredado de Buteflika. “El País” (11-IV-2019).
Peregil, F. Los argelinos desafían al jefe del Ejército tras la marcha de Buteflika. “El País” (13-IV-2019).
Peregil, F. Detenidos otros cuatro empresarios próximos a Buteflika. “El País” (23-IV-2019).
Peregil, F. El jefe del Ejército argelino detiene al hermano menor de Buteflika. “El País” (5-V-2019). También son detenidos los dos últimos exjefes del servicio de inteligencia, los generales Mohamed Mediene y Atmán Tartag.
Peregil, F. El Consejo Constitucional de Argelia cancela las elecciones presidenciales del 4 de julio. “El País” (3-VI-2019).
González, R. La revuelta popular argelina encalla. “El País” (17-VIII-2019). La revuelta continúa pero el Ejército no cede.
Peregil, F. La apresurada tramitación de una ley de hidrocarburos agudiza la protesta en Argelia. “El País” (22-XI-2019).
Peregil, F. Argelia endurece la represión ante la persistente protesta contra las elecciones. “El País” (23-XI-2019).
González, R. ‘Votaré solo cuando Argelia sea libre’. “El País” (11-XII-2019). Muchos jóvenes manifestantes rechazan estas elecciones presidenciales. Han sido condenados por corrupción dos exprimeros ministros, Ahmed Ouyahia y Abdelmalek Sellal.
González, R. Los argelinos eligen nuevo presidente entre cinco candidatos del antiguo régimen. “El País” (12-XII-2019).
González, R. Un ex primer ministro de Buteflika gana en Argelia unas cuestionadas elecciones. “El País” (14-XII-2019). Abdelmadjid Tebún gana con un 58%, seguido de Bengrina con un 17%. La participación fue solo del 41%.
González, R. El tecnócrata que escaló todos los peldaños del poder. “El País” (14-XII-2019). Abdelmadjid Tebún, de 74 años, es fiel al aparato del partido FLN y la Administración. Fue primer ministro solo tres meses en 2017 porque se opuso a la corrupción del círculo de Buteflika.
Peregil, F. Muere el general Ahmed Gaid Salah, hombre fuerte del régimen en Argelia. “El País” (24-XII-2019). Sufre un infarto.
Peregil, F. Las voces más críticas se apagan en Argelia. “El País” (14-IV-2022). Cierra el diario “Liberté”, después de 30 años. La censura y la presión del régimen ahogan a los medios independientes.

Análisis y opinión. Orden alfabético.
Bassets, Lluís. La camisa de fuerza ya no aguanta. “El País” (11-III-2019).

Bastenier, M. Á. Transición de la transición. “El País” (16-IV-2014) 5.

Ben Jelloun, Tahar. En la cabeza del dirigente. “El País” (16-III-2019).

Bustos, Rafael. Argelia: una primavera sin brotes nuevos. “El País” (30-V-2012) 33.

Chafik Mesbah, Mohamed. ¿Qué futuro espera a Argelia? “El País” (1-VI-2013) 2.

Daoud, Kamel. La sombra islamista sobre Argelia. “El País” (15-III-2019).

Daoud, Kamel. Argelia, un polvorín detrás de los selfis. “El País” (20-III-2021). El movimiento de protesta de 2019 está agotado, sometido a los intentos islamistas y radicales de utilizarlos. Sería un error el boicot a las elecciones.


Editorial. Buteflika repite. “El País” (5-III-2019).
Editorial. Cambio en Argelia. “El País” (13-III-2019).
Editorial. Buteflika abandona. “El País” (7-IV-2019).
Editorial. Farsa argelina. “El País” (6-XII-2019). Unas elecciones presidenciales sin garantías democráticas.

Gómez, Luz. 42 viernes por la democracia. “El País” (12-XII-2019).

Goytisolo, Juan (texto); Cáliz, Alfredo (fotos); Fibla, Carla (comentarios de fotos). De la primavera al otoño árabe. “El País” Semanal 1.843 (22-I-2012) 26-45. Argelia (28), Yemen (28-30), Siria (31-33), Túnez (33 y 38), Egipto (38-39 y 44) y Marruecos (45).

Khadra, Yasmina. La rebelión contra los depredadores. “El País” (6-III-2019). La novelista critica a la élite gobernante.

Lobo, Ramón. Con Argelia no se juega. “El País” (15-III-2019). El régimen se ha dividido en dos partes: ejército y policía.

Peregil, Francisco. La gerontocracia de Argelia resiste a la revuelta juvenil. “El País” (2-XII-2020).

Saoud, Kamel. ¿Un nuevo Al Sisi? “El País” (7-IV-2019). Una solución militar es preferible para los partidarios de la estabilidad antes que de la democracia.

Soler, Eduard. Una fórmula que permite ganar tiempo. “El País” (12-III-2019).

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